El pánico a la “tecnocasta” de Sánchez

Hemos sobrevivido a una primera noche con Donald Trump de presidente. El aviso de Pedro Sánchez sobre la “tecnocasta” que nos va a aplastar nos hizo dormir con el casco puesto. Si bien, tanta incomodidad no era necesaria. El nuevo Emperador no ha tenido tiempo de cabalgar con los cuatro “jinetes digitales” del apocalipsis sobre España, estaba entregado en un campo de fútbol americano cubierto a la firma de decretos nada más jurar el cargo de presidente de Estados Unidos.

Mientras, aquí en nuestro país asistíamos atónitos al vídeo de las declaraciones ante el juez del político Íñigo Errejón y la artista Elisa Mouliaá. Sí, ya lo sé, ese material se publica porque es una noticia. Pero, ¿es necesario? ¿Es imprescindible, tratándose del tema que es, ese “juicio paralelo” desnudando ante el público al presunto agresor sexual y a la víctima a la vez? Ahí lo dejo, queridos compañeros.

Por cierto, volviendo a Sánchez, Trump y los Estados Unidos: ¿Alguien de esos medios progresistas que anuncian el diluvio universal que llega de la mano del trumpismo, va a criticar a Nicolás Maduro? Trump ha ganado las elecciones en su país democráticamente, pero, Maduro, ha usurpado el poder de Venezuela ilegítimamente tras perder en las urnas. El doble rasero con que se mira la política es un mal “progre” que no podemos perder de vista. Quizá a eso se refiere Trump cuando habla de volver a implantar el sentido común. A eso y a la “valentía” de volver a llamar por su nombre lo que todos sabemos que es así. 

A.M.BEAUMONT