ENFOQUES DEL DIRECTOR
Tiemblan Sánchez y el fiscal general: WhatsApp y Google conservan los mensajes borrados de García Ortiz
Es un notición, sin duda, que ha caído como una bomba en La Moncloa: WhatsApp y Google conservan los mensajes borrados por el fiscal general tanto en su móvil o móviles como en el correo electrónico. Así se lo ha comunicado ambas empresas a la UCO que a su vez ha remitido un informe al juez Hurtado del Tribunal Supremo. Eso quiere decir que vamos a conocer con quién habló por WhatsApp y con quién se cruzó correos electrónicos desde su Gmail particular Álvaro García Ortiz en los días de la filtración de los datos confidenciales de Alberto González Amador, el novio de Ayuso.
En La Moncloa más de uno tiene que estar muy preocupado. Recordemos que el juez, en uno de sus autos, estableció que la filtración había partido de la Fiscalía General del Estado con destino Presidencia del Gobierno, que a su vez se lo envió a Juan Lobato y a El Plural. Si eso fue así, por pura lógica es muy probable que el fiscal general hablara con alguna persona o incluso varias de La Moncloa. García Ortiz se ha encargado de intentar que no se sepa con quién hablo ni de qué. Por eso ha borrado los mensajes como habría hecho cualquier delincuente común para no dejar rastro. Así que la noticia de que Google y WhatsApp recuperen los mensajes es de enorme trascendencia.
Es un rayo de esperanza, sin duda. El juez, previsor, ha prorrogado unos meses más la investigación para dar tiempo a Google y WhatsApp a que extraigan esos mensajes, se los envíe, los analice y pueda decidir si necesita llamar a declarar a alguien más.
Alguno no va a dormir bien hoy. Desde luego el fiscal general tiene motivos para preocuparse. Quizás Pedro Sánchez también, quizás el ex secretario de Estado de Comunicación, Francesc Valles, o el entonces jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, o la jefa de Gabinete del jefe de Gabinete, Pilar Sánchez Acera que precisamente declara este mismo miércoles en el Tribunal Supremos como testigo, es decir, que no puede mentir ni le ampara el derecho a no declarar.
En definitiva, no se puede descartar nada y mal haría el que ponga la mano en el fuego por Sánchez. Este asunto del fiscal se le complica por momentos y puede acabar suponiendo un serio disgusto para él.