Óscar Puente tiene toda la razón: sí hay un “sabotaje”, pero del Gobierno contra sí mismo

Ministro de transportes movilidad sostenible Oscar Puente
Dice e insiste el ministro de Transportes, Óscar Puente, que el robo del cable de cobre de una línea de alta velocidad que conecta a Madrid con Sevilla es un “sabotaje”. Y ya está. Un sabotaje. No se hable más. Los investigadores de la Guardia Civil, contradiciendo al ministro y en línea con el propio Renfe, detectan el ‘modus operandi’ habitual de las bandas que roban cobre. Lo de siempre, vaya, que por desgracia ocurre ante, eso sí, la ausencia de seguridad y elementos disuasorios en tantos puntos de nuestra bastante obsoleta red ferroviaria.
Y con todo, el ministro Puente tiene razón. Claro que está habiendo un “sabotaje”. Pero del Gobierno contra sí mismo: es del todo incomprensible que para luchar contra la lacra de los bulos, los esparzan por doquier; del mismo modo que es absolutamente inaudito que ante el histórico gran apagón vivido hace unos días nadie del Gobierno haya hecho la más mínima autocrítica. Ya nadie espera una dimisión, eso lo tenemos claro. Tan siquiera de la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, otrora ministra de Vivienda con Zapatero. Pero, ¿ni una mínima autocrítica y solo tirar balones fuera? Alucinante. Tanto o más que el decir desde el Gobierno, una semana después del apagón, que “no descartamos nada” alimentando la desechada hipótesis del ciberataque. En una semana después se puede entender que todavía no se sepan con exactitud las causas que derivaron en el “cero energético” pero, está claro, sí se pueden delimitar.
Más peligroso es, aún, el mensaje que presuntamente salió de Moncloa destino altos cargos del PSOE, que acabó finalmente en el móvil de tantos militantes del PSOE, disparando la conspiración de que el apagón o el robo de cable de nuestra red ferroviaria es un boicot de la “derecha”. Fíjense, esta tontería gubernamental, no hay otro modo de calificarlo, no va de derechas o de izquierdas. Va de que por muy de izquierdas que uno sea no se puede esparcir esta teoría del todo infundada. Y mucho menos desde el poder Ejecutivo. Hay que tener responsabilidad institucional y seriedad, se sea de derechas o de izquierdas. Ya está bien. No se puede luchar contra el creciente -y preocupante- problema de la desinformación usándola como arma de estrategia política. Es absurdo. Es, en fin, un sabotaje del Gobierno contra sí mismo.