León XIV, el Papa de la sonrisa y la paz

Robert Francis Prevost es el nuevo Papa que se adivina con gran carisma. Al verle, por instantes me recordó la sonrisa de San Juan Pablo II, esa sonrisa de niño travieso y con ternura a la vez. Con sangre española por parte de madre y padre norteamericano, nacido en Chicago, León XIV es una persona culta, filósofo, matemático y con estudios de Derecho Canónico.

Veinte años misionero en Perú, y al que se ha referido, nos ha emocionado con su perfecto castellano. Insistía en la paz y la caridad, recordando el espíritu de Francisco de Asís, a pesar de ser agustino. Habla de los que sufren, a los que hay que acompañar y enaltecer. Seguirá el pensamiento del Papa Francisco de la justicia social y me atrevería a decir que será un Papa viajero como Juan Pablo II. Con varios cargos dentro de la Iglesia, sabrá lidiar con políticos por la paz. Ha insistido en que Dios es de todos y ama a todos, lo que me parece muy clarificador y nos hace ver la continuidad del Papa Francisco.

De los cardenales más jóvenes, con 69 años, esperamos que sea largo su pontificado. Le será fácil lidiar con Trump al ser de Chicago, ya que la misma nacionalidad une y crea un lazo distinto. Antiguerra, su rol social será trascendente y necesario. Es un Papa de todos: por español, norteamericano y también peruano, país del que conserva la nacionalidad y al que se ha referido. La emoción de la Plaza de San Pedro es palpable y contagiosa. Banderas de distintos países esperando con ansiedad la fumata blanca del Habemus Papam. También se ha visto emocionado al Santo Padre, que inicia un largo recorrido en la transmisión del evangelio como Apóstol de la Iglesia, el evangelio de Jesús de Nazaret, que tanta falta hace a la sociedad actual.