La foto de Sánchez en Leganés con el “Koldismo del ladrillo”
Pedro Sánchez junto al ex alcalde de Leganés, el socialista Santiago Llorente
Huele. Y no precisamente a hormigón fresco.
Levantina, la constructora amiga del caso Koldo, se llevó una jugosa promoción de viviendas públicas en Leganés cuando el PSOE mandaba en el Ayuntamiento.
Pedro Sánchez, solícito, fue allí a hacerse la foto junto al entonces alcalde socialista Santiago Llorente. Sonrió. Prometió. Puro márketing sin siquiera casco y chaleco.
Ahora se sabe que uno de esos pisos “sociales” fue adjudicado al actual secretario general del PSOE de Leganés, Miguel Recuenco. (Tranquilos, no confundir: nada que ver con el alcalde Miguel Ángel Recuenco, del PP, que precisamente hoy tiene que soportar el hedor que otros dejaron).
La empresa, por cierto, entró en preconcurso de acreedores y abandonó las obras.
Un clásico: dinero público, obra a medio hacer y un dirigente socialista estrenando casa.
El cuadro es tan perfecto que huele a la corrupción de Koldo, Ábalos y Cerdán.
Porque esto no es un caso aislado. Es un patrón. Adjudicaciones que premian cercanías políticas, comisiones. Constructoras del ecosistema sanchista. Pisos públicos con nombre y apellidos conocidos.
La vivienda social convertida en patrimonio del partido.
El PSOE local calla. Y Sánchez, que entonces fue a prometer hogares, hoy ni asoma.
El mismo que reparte moral por los platós y castiga a los que no le aplauden, no dice nada ante el tufo que sale del sur de Madrid.
Por suerte, en Leganés aún hay quien no se calla. El teniente de alcalde, Carlos Delgado, de ULEG, lleva tiempo levantando las alfombras para que no se vayan de rositas los mangantes socialistas que se llevaron todas esas “chistorras” que salieron de los bolsillos de los leganenses.
El “koldismo del ladrillo” tiene nombre y apellidos. Y ya no hay ambientador que tape el olor.
A. M. BEAUMONT