| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez junto a Yolanda Díaz en el Congreso. Por delante pasa la portavoz de Bildu en el hemiciclo, Mertxe Aizpurua.
Pedro Sánchez junto a Yolanda Díaz en el Congreso. Por delante pasa la portavoz de Bildu en el hemiciclo, Mertxe Aizpurua.

Pedro Sánchez, un candidato débil: sin apoyos y a merced de los separatistas

Sus potenciales socios, hasta su querida Yolanda Díaz, ven la oportunidad perfecta para, ante su necesitad, tensar la cuerda lo máximo posible para conseguir todo lo que quieren.

| ESdiario Opinión

Pedro Sánchez acude a la Zarzuela este martes para verse con el Rey con la friolera de cero apoyos más allá de los propios del PSOE. Dos meses largos después de las elecciones del 23 de julio, la realidad es que el socialista formalmente solo le puede presentar a Felipe VI los 121 votos de su partido. Sumar, de momento, no apoya a Sánchez. Aunque sea de cara a la galería, Yolanda Díaz le ha trasmitido al monarca que de momento no tienen un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez. Tres cuartos de lo mismo ha hecho otro de los potenciales socios, el PNV

Y el resto, Bildu, BNG, ERC y Junts -lo mejor de cada casa- ni siquiera han acudido a la ronda de consultas con el Rey, aunque de lo expresado en público cabe deducir que están en negociaciones incipientes con el PSOE y, por lo tanto, Sánchez no puede aún contar con sus votos. 

La debilidad del candidato socialista es palpable y evidente. Puede sumar los apoyos suficientes para su investidura, es cierto, pero está a merced de chantajistas profesionales que le van a sacar, nos van a sacar a todos los españoles, toda la tajada que puedan, hasta el hueso.

Los separatistas e incluso su vicepresidenta Yolanda Díaz han olido la debilidad y conocen la ambición enfermiza de Sánchez por el poder y su falta de escrúpulos. La combinación no puede ser más favorable para ellos. Saben por experiencia que si le aprietan pueden obtener cosas tan impensables como un indulto o una reforma del Código Penal a la carta.

Ahora van un paso más allá. La amnistía, una aberración constitucional, se da por descontada, pero no se conforman: referéndum, pacto fiscal y lo que se tercie. Hay que estirar la cuerda a ver cuánto da de sí. Ceder ante un chantajista no implica el fin del chantaje sino el aumento del precio. Siempre quieren más. El problema aquí es que Sánchez paga con la Constitución, con el Estado de derecho y con la democracia. Pagamos todos su deseo de poder y su falta de principios.