| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Salvador Illa
Salvador Illa

El temporal Illa se desplaza a Cataluña

Un ministro nefasto y sectario que engaña con las formas y maquilla una gestión desastrosa no puede ser solución ni para Cataluña ni para España.

| Fernando de Rosa Opinión

 

Países como España, Francia o Bélgica fijan cada temporada los nombres por orden alfabético para bautizar las borrascas o temporales que afecten a sus territorios. En lo que llevamos de año hemos sufrido temporales como el de Filomena, Gaetan y Hortensia.

Estos temporales han generado graves daños, incluso Filomena logró que media España quedara paralizada e incomunicada. Si considerables han sido los perjuicios generados por estos temporales, más pernicioso y preocupante es la secuela de destrozos, ineficacia, y falta de transparencia que está ocasionando la borrasca que desde hace ya un año sufrimos en España: “el temporal Illa”, que curiosamente, por orden alfabético es el que sigue a Hortensia.

El Ministro de Sanidad deja atrás una nefasta gestión de la crisis sanitaria, oscurantismo en la compra del material médico sanitario, improvisación y bandazos en la toma de decisiones para combatir la covid19 y en el establecimiento del plan de vacunación.

Si Filomena dejó paralizado medio país, Illa deja España al borde del colapso sanitario y en el abismo de la mayor crisis social y económica a la que se enfrenta nuestro país desde hace décadas.

Sánchez debería haber cesado al incompetente Illa en los primeros meses de esta crisis, sin embargo, lo ha mantenido al frente del Ministerio de Sanidad y ahora le premia como candidato a la presidencia de la Generalitat catalana.

El sanchismo quiere vender a Illa como la persona que va a conseguir que los nubarrones negros y tormentosos del independentismo catalán vayan a disiparse y luzca de nuevo el sol. No hay que llamarse a engaño. Sánchez con sus movimientos alimenta el apetito voraz de los independentistas.

Illa desaconsejó el uso de mascarillas, llegó tarde al material sanitario, y ahora no ha procurado las jeringuillas suficiente

No hay que olvidar sus pactos y concesiones en Navarra al pactar con EH-Bildu. Y ahora pretende en Cataluña hacer lo mismo con Esquerra Republicana.  Illa por decencia democrática, debería estar en su casa y llevarse de paso a Fernando Simón, ambos personajes se han convertido en el símbolo de la mentira y la burla a todos los españoles.

El temporal Illa va a acabar desplazándose a Cataluña y sus nubarrones negros van a complicar la convivencia en dicha comunidad autónoma. Su santo y seña es ocultar la verdad y su símbolo es la calma antes de la tempestad, porque con sus suaves maneras va a intentar convencer a los catalanes constitucionalistas que él es la solución contra el independentismo, y una vez contados los votos el 14-F por la noche, hará como ya hizo Pedro Sánchez tras las elecciones de noviembre de 2019, desdecirse de todo lo dicho y pactar con los partidos que sostienen al PSOE en el gobierno central. ¿O alguien puede creer que Sánchez va a arriesgar su poder en Madrid?

El cálculo electoral de este Gobierno está poniendo en riesgo muchas vidas, todo lo supeditan a las encuestas sin vergüenza alguna. En febrero del año pasado no tomaron medidas para intentar salvar las manifestaciones del 8-M, lo cual puso en riesgo a miles de personas y ahora evitan tomar medidas más drásticas porque Illa es candidato electoral y así salvar las elecciones el 14-F. Siempre la ideología frente a la gestión. 

 

Illa es el Ministro que desaconsejó el uso de mascarillas, que llegó tarde en el acopio de material sanitario en marzo, y ahora en enero no ha procurado las jeringuillas suficientes para una vacunación masiva, y que ha provocado el caos en el reparto de dosis de las vacunas. 

Illa es el ministro que se ha limitado a atacar a la Comunidad de Madrid despreciando al hospital Zendal, mientras en la Comunitat Valenciana mira a otro lado cuando se crean barracones sanitarios con graves deficiencias para atender a los enfermos de COVID.

Illa es el ministro que llora en su presentación como candidato electoral y no ha derramado una lágrima por los sanitarios que luchan desesperadamente por salvar vidas, por los casi 90.000 fallecidos o cientos de miles de enfermos. Un personaje así no merece seguir en política, espero que los catalanes no caigan en la trampa y tomen medidas contra la Borrasca Illa.