La bióloga Laura Pinillas explica por qué se contagian los bostezos (y el truco más simple para pararlos)

Bostezar es uno de esos gestos tan universales como involuntarios. Sucede en cualquier momento, muchas veces sin razón aparente. Pero, ¿y si alguien te dijera que el bostezo tiene una función concreta, que es contagioso por empatía y que puedes detenerlo con un gesto mínimo? Eso es exactamente lo que ha explicado la bióloga Laura Pinillas en uno de sus vídeos más virales, seguido por miles de usuarios que no han podido evitar... bostezar mientras lo veían.

Bostezos contagiosos: la clave está en la empatía, según Laura Pinillas

Con su estilo divulgativo claro y cercano, Laura Pinillas afirma desde el primer segundo: "¿Alguna vez alguien te ha pegado un bostezo o solo con pensarlo bostezas?". El fenómeno es real, común, y según la ciencia, está profundamente vinculado a nuestra biología social.

Pinillas, licenciada en Biología y divulgadora científica en redes, desmonta uno de los mitos más extendidos: que bostezamos por sueño, hambre o aburrimiento. En su lugar, afirma que "no bostezamos ni por sueño, ni por hambre, ni por aburrimiento. Es mucho más que eso." De hecho, apunta a una función cerebral muy concreta: "Durante años se pensaba que era para oxigenar el cerebro, hoy sabemos que es para enfriarlo."

La explicación está en la fisiología: al bostezar se activan músculos faciales, entra aire fresco y se incrementa el flujo sanguíneo cerebral, lo que ayuda a bajar la temperatura del cerebro. "Es como pulsar un botón de reinicio para que el cerebro funcione mejor", dice Pinillas.

Pero el momento clave del vídeo llega cuando explica el fenómeno del bostezo contagioso. Según detalla, "se relaciona con la excitabilidad del córtex motor y con la activación automática de las neuronas espejo." Esas células son las mismas que nos hacen imitar gestos y actitudes, y que se activan automáticamente al ver a otros realizar determinadas acciones.

Y hay un matiz emocional que la bióloga subraya con claridad: "si ves a tu amigo bostezar se te va a pegar antes que si ves a un desconocido." Es decir, la empatía y el vínculo emocional juegan un papel decisivo. Y esto no es exclusivo de los humanos: "esto pasa también en perros y en otros primates, y se piensa que es por una sincronización social y empatía."

Cómo parar un bostezo con un solo gesto: el truco viral

La parte más compartida del vídeo es, sin duda, el truco que Laura propone para frenar el bostezo en el acto: "Basta con que te toques con la punta de la lengua el paladar. Se acabó, mano de santo."

Aunque reconoce que no hay estudios extensos sobre este gesto, lo justifica diciendo que "este gesto corta esa secuencia motora de reflejo, bloqueando así la extensión muscular necesaria para abrir la boca y respirar profundamente." Es decir, interrumpe físicamente el circuito neuromuscular que inicia el bostezo.

El truco ha causado sensación entre los seguidores del canal, que han inundado los comentarios con reacciones divertidas y agradecimientos sinceros. Algunos usuarios aseguran que funcionó a la primera, otros lo comparan con reflejos similares como el de estornudar, y no falta quien lo cuestiona con humor: "¿y si cada vez que lo evitas se recalienta tu cerebro?."

Con más de 1.900 likes en pocos días, el vídeo de Laura Pinillas se ha convertido en uno de esos ejemplos perfectos de cómo la divulgación científica, bien contada, puede convertirse en contenido viral. Utiliza un tema cotidiano, lo rodea de datos interesantes y le añade un truco práctico, simple y curioso. Todo ello con un tono cercano, profesional y con autoridad científica.

No sorprende que entre los comentarios haya quien diga "siempre se aprende algo nuevo en este canal" o que alaben su capacidad para explicar con claridad lo que en otros contextos parecería complicado: "yo recuerdo que bostezaba mucho en clases de ciencias porque eran profes aburridos. Contigo no me pasa", comenta un seguidor.

Bostezar, al final, es una pista fisiológica sobre cómo funciona nuestro cerebro y cómo interactuamos socialmente. Y ahora, también, un pequeño experimento que cualquiera puede probar en segundos gracias a la ciencia explicada por Laura Pinillas.