La realidad del lobo en Castilla y León: 11 datos a tener en cuenta

Después de estar al borde de la extinción, en la década de 1970. El  lobo ibérico ha visto un resurgimiento gracias a las medidas de protección, con un aumento en el número de manadas y una expansión hacia nuevas áreas,  incluyendo zonas de Castilla y León. . donde anteriormente casi habían desaparecido.

El crecimiento de la población de lobos. ha llevado a un incremento en los ataques al ganado en Castilla y León, subrayando la necesidad de estrategias de gestión que equilibren la conservación del lobo con la protección de la industria ganadera.

La realidad del lobo en Castilla y León: 11 datos a tener en cuenta

El lobo ibérico a través de la historia

El lobo ibérico , científicamente conocido como Canis lupus signatus debido a las marcas distintivas en su pelaje, tiene una historia que se remonta millas de años atrás. Los primeros vestigios fósiles de esta especie.fueron descubiertos en Atapuerca y Ambrona, con una antigüedad que oscila entre los 400 y 200.000 años.

Durante siglos, el lobo ibérico pobló extensamente la península ibérica, llegando a habitar prácticamente todo su territorio. hasta los albores del siglo XX. Sin embargo, su existencia estuvo al borde de la extinción en la década de 1970.

El lobo ibérico en el siglo XX y XXI

Protegido actualmente,el lobo ibérico ha experimentado un resurgimiento notable desde la década de 1990 , expandiéndose considerablemente tanto en áreas tradicionales como en territorios previamente no habitados.

Se han registrado aumentos significativos en el número de manadas, especialmente en regiones como Castilla y León, Extremadura, Madrid y Guadalajara.. Estos cambios en la distribución geográfica también indican movimientos hacia otras zonas como Aragón y Madrid.

La población actual de lobos en España.

A pesar de ser una especie que se ha enfrentado a amenazas peligrosas, la Fundación Aquae estima que en España todavía habitan entre 2.000 y 2.500 ejemplares de lobo ibérico. Estas cifras, aunque muestran una especie en riesgo, también reflejan un incremento en la población de lobos en comparación con décadas pasadas.

El aumento de la población de lobos en Castilla y León

El último censo poblacional del lobo en Castilla y León, realizado desde el año 2022 hasta la actualidad, revela un incremento significativo en la cantidad de manadas. Según los datos preliminares proporcionados por la Junta de Castilla y León, se estima que hay al menos una treintena de manadas más en comparación con el censo realizado hace una década.

En aquel entonces, se habían registrado 179 manadas y 1600 individuos de esta especie en la región. Estos hallazgos evidencian un cambio positivo en la situación de la población de lobos en esta comunidad autónoma.

Características físicas del lobo ibérico

El lobo ibérico, conocido científicamente como Canis lupus signatus, se distingue por su tamaño relativamente menor comparado con otras subespecies, oscilando su peso entre 25 y 55 kg.

La denominación signatus, que significa 'marcado' en latín, hace alusión a las distintivas manchas oscuras que adornan su cuerpo: franjas longitudinales en las patas delanteras, una línea oscura a lo largo de la cola, y una mancha característica alrededor de la cruz, comúnmente referida como "silla de montar".

Este cánido posee una estructura craneal robusta, con orejas triangulares y pequeñas en proporción a su cabeza, y ojos oblicuos de un penetrante color amarillento. Uno de los rasgos más notables en su rostro es la presencia de manchas blancas alrededor de la boca, conocidas como "bigoteras".

El pelaje del lobo ibérico varía en tonalidades , pero es común la presencia de tonos oscuros en los cachorros, que van cambiando conforme crecen.

Estructura social: la manada

Los lobos ibéricos forman manadas que funcionan según una jerarquía claramente establecida, con un número de miembros que varía entre cinco y diez, dependiendo de la disponibilidad de recursos alimenticios en su territorio.

La cohesión del grupo no solo facilita la caza, sino que también es crucial para la protección y el cuidado de los cachorros.

¿Cuántas camadas tienen al año y número de crías?

En cada manada, generalmente solo la pareja alfa se reproduce , lo que ayuda a mantener el control sobre el tamaño del grupo. La época de cría comienza a finales del invierno o principios de la primavera , con una gestación que dura entre 61 y 63 días. Las camadas que suelen nacer una vez al año, están compuestas por entre tres y ocho lobeznos.

Tras el nacimiento, los lobeznos son amamantados por la hembra alfa durante aproximadamente un mes y medio, periodo durante el cual el macho alfa se encarga principalmente de alimentar a la madre.

Posteriormente, todos los miembros de la manada colaboran en el cuidado y alimentación delos jóvenes hasta que alcancen la independencia. Este proceso culmina cuando los jóvenes, conocidos inicialmente como lobos, alcanzan la madurez sexual a los dos años y son entonces reconocidos como lobos adultos.

¿En qué zonas de España vive el lobo ibérico?

En las décadas de 1970, el lobo ibérico estuvo al borde de la extinción en muchas partes de España.  Sin embargo, con el paso de los años, la especie ha demostrado una notable capacidad de recuperación y expansión , especialmente en el noroeste de la península ibérica.

Actualmente, la mayor concentración de lobos se encuentra en Galicia, Asturias y, en Castilla y León. Esta región ha pasado a ser uno de los refugios más importantes para el lobo en España, lo que subraya la relevancia de la zona en la conservación de esta especie emblemática.

El lobo ha experimentado un notable descenso en otras zonas del país,especialmente en el sur, donde su presencia se ha reducido prácticamente a enclaves aislados como Sierra Morena y la Sierra de San Pedro.

Este cambio en la distribución geográfica del lobo resalta la importancia de las políticas de conservación adaptadas a cada región para asegurar la supervivencia y el bienestar de la población de lobos en el país.

Dieta y hábitos de caza del lobo ibérico

El lobo ibérico, como depredador que es, desempeña un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas donde habita. Su dieta principal consiste en mamíferos grandes y pequeños, incluidos ungulados silvestres como el corzo, el ciervo y el jabalí, así como otros animales más pequeños como conejos y liebres.

No obstante, los lobos no se desprecian.la oportunidad de alimentarse de carroña ni de aprovechar los recursos que encuentran en su entorn o, como los restos de vertederos cercanos a las poblaciones humanas.

Esta adaptabilidad en su dieta es complementada por su habilidad para cazar tanto de día como de noche.Los lobos están equipados con un agudo sentido del olfato y una visión adaptada a condiciones de baja luminosidad, características que les permiten ser cazadores eficaces en diversos entornos y condiciones.

Además, su morfología distintiva, con un cráneo robusto y un hocico largo y potente, las diferencia claramente de otros cánidos como coyotes y chacales, e incluso de los perros domésticos .

Importancia de la conservación

El futuro del lobo ibérico en Castilla y León y en el resto de España depende en gran medida de las políticas de conservación y del entendimiento público sobre el rol ecológico de estos animales .

La educación ambiental y las medidas de gestión del hábitat son fundamentales para mantener la salud de las poblaciones de lobos y para asegurar que continúe contribuyendo al equilibrio natural de los ecosistemas que habitan. Así, Castilla y León se presenta no solo como un bastión de conservación del lobo ibérico , sino también como un ejemplo de cómo la convivencia entre humanos y fauna salvaje puede ser gestionada de manera efectiva y sostenible.

¿Cuántos ataques al ganado se han producido en Castilla y León?

Ataques a la ganadería en 2023

Durante el año 2023, la región de Castilla y León ha experimentado un notable incremento en los ataques de lobo s al ganado. Según datos de la Junta de Castilla y León, se registraron un total de 3.558 ataques, lo que representa un aumento del 16% en comparación con los 3.058 ataques del año anterior, y un 33% si se compara con los 2.669 ataques de 2021.

Este incremento coincidió con la inclusión del lobo en el Listado de Especies de Protección Especial (LESPRE) en 2021, lo cual sugiere un posible impacto de las de conservación en la frecuencia de estos incidentes.

La cantidad de ganado muerto a causa de estos ataques también ha crecido, alcanzando las 5.566 cabezas en 2023. Esto supone un aumento del 9% respecto a las 5.118 cabezas muertas en 2022, y un 30% más en comparación con las 4.288 de 2021. Estos datos reflejan la creciente tensión entre las actividades ganaderas y la preservación de la fauna silvestre.

Distribución de ataques por tipo de ganado y provincias

El impacto de los ataques de lobos varía significativamente entre los distintos tipos de ganado y provincias . El ganado vacío ha sido el más afectado, representando el 52% del total de cabezas muertas en 2023, con 2.889 reses perdidas, principalmente en las provincias de Ávila y Segovia .

En cuanto al ganado ovino, este constituye el 40% del total, con 2.205 reses muertas, destacando Zamora , Burgos y Segovia como las más afectadas. Los equinos y caprinos, aunque en menor medida, también han sufrido daños, representando el 5% y el 3% de las pérdidas, respectivamente.

Incidencia provincial y aumento de los daños

Ávila es la provincia más impactada, con 1.652 cabezas de ganado muertas en 2023, lo que constituye el 30% del total de Castilla y León. Esto representa un incremento del 11% en los daños respecto a 2021.

Segovia y Zamora siguen a Ávila en términos de impacto, con 1.062 y 988 cabezas muertas, respectivamente, lo que demuestra un aumento significativo del 23% para Segovia y del 11% para Zamora desde 2021.

Estos datos no solo ilustran la problemática actual entre la conservación del lobo y la protección del ganado en Castilla y León, sino que también destacan la necesidad de estrategias efectivas que armonicen los intereses de la biodiversidad con los de la industria ganadera.

El lobo ibérico en Castilla y León es un símbolo de la biodiversidad y la resiliencia natural. A pesar de los desafíos que enfrenta, como los conflictos con la ganadería, su presencia es esencial para el equilibrio ecológico y la diversidad de la región.

La educación continua y las políticas de conservación adaptativas serán clave para mantener no solo la población de lobos, sino también la salud de nuestros ecosistemas y la preservación de la ganadería de la zona.

Con una gestión adecuada, Castilla y León puede continuar siendo un refugio seguro para esta especie emblemática, demostrando que la convivencia entre el hombre y la fauna salvaje es posible y beneficiosa para ambos.