La delegada del Gobierno sobre el crimen del canónigo: "Lo próximo en Netflix"

El asesinato del canónigo emérito de Valencia, vinculado a escándalos sexuales, y las informaciones que salen a la luz llegan a niveles de ficción. Así lo ha reconocido la propia delegada del Gobierno. "Lo próximo igual ya lo vemos en Netflix", ha declarado la representante del Gobierno, Pilar Bernabé, tras conocerse los últimos detalles escabrosos del caso. 

El canónigo emérito de la Catedral de Valencia, Alfonso López, de 85 años, fue asesinado la pasada semana en su domicilio. Las investigaciones de la Policía apuntan a que fue asfixiado con un pañuelo atado al cuello y que el canónigo y el presunto asesino estuvieron conviviendo varios días en el piso del canónigo propiedad del Arzobispado. Fue el portero del edificio el que encontró el cadáver. Horas después la policía detuvo a un sospechoso, un inmigrante con el que habría mantenido relaciones sexuales, que se encuentra en prisión provisional sin fianza.

"Vamos a dejar que la investigación siga su curso", ha dicho la delegada al ser preguntada por las novedades en este caso, para añadir a continuación, remarcando que la investigación está bajo secreto de sumario. 

Sin embargo, múltiples detalles han trascendido. Los vecinos del edificio -situado justo al lado de la Catedral- se habían quejado del “trasiego de hombres” de entre 20 y 40 años y de aspecto desaliñado o toxicómanos que subían al piso del sacerdote y habían pedido intervenir al Arzobispado. De hecho, el canónigo tenía un apartamento en El Perelló que usaba como ‘picadero’ para mantener citas con hombres. 

Otra de las informaciones que se han podido desvelar en las últimas horas, es que el canónigo Alfonso López tuvo un encuentro sexual con una persona con discapacidad intelectual, superior al 40%, horas antes de que fuera asesinado. Asimismo, el chófer del canónigo asesinado ha desvelado que el sacerdote llevaba indigentes a su casa donde les proponía tener relaciones sexuales a cambio de dinero.

Tras la detención del homicida, ingresado en prisión preventiva y sin fianza, han investigado el teléfono del cura con el que el inmigrante detenido suplantaba su identidad. En los registros en la vivienda del clérigo se han confiscado un total de siete pendrives y otro teléfono móvil. El presunto homicida utilizó la tarjeta de crédito del cura en el que gastó más de 2.000 euros entre extracciones bancarias y pagos en diferentes comercios.

El Arzobispado ha expresado el "profundo dolor" que producen "los hechos narrados" en los medios, que son "manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación". Intentó presentarse como acusación contra el presunto asesino del sacerdote, pero se le ha denegado al entender que sólo podrían ejercer ese papel los familiares de la víctima.