| 08 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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7 pueblos increiblemente bellos de la Toscana

Es uno de esos viajes que no deberías dejar de hacer. La Toscana guarda rincones que son auténticas joyas

| ESdEStilo Viajar

Más allá de Florencia o Siena, esta región italiana,  famosa por sus paisajes y por su inmensa riqueza cultural e histórica es casi de visita obligada. Por algo es el lugar elegido por numerosos famosos para tener sus casas de verano. A lo largo de sus 23.000 kilómetros cuadrados, está salpicada de pequeños pueblos que han sabido conservar con mucho mimo un patrimonio de esencias medievales y renacentistas, así que no ha sido fácil elegir siete, pero en EsdEstilo lo hemos intentado

- Pitigliano

 

Encaramada sobre un espectacular macizo rocoso de origen volcánico y con el mar a un tiro de piedra, esta localidad de menos de 4.000 habitantes es conocida como "la pequeña Jerusalén" ya que cuenta, desde el siglo XVI, con una comunidad judía que le ha ido imprimiendo un carácter muy singular. 

Disfrutarás de lo lindo paseando por los  intrincados callejones de su núcleo histórico, plagados de palacios, que te transportan en el tiempo y que le conceden a Pitigliano el honor de haber sido reconocido como uno de los rincones más bellos del país por la Asociación Nacional de Municipios Italianos.

En Pitigliano hay decenas de puntos de interés histórico y edificios monumentales, pero de entre todos ellos no te pierdas  el Palacio Orsini, fuertemente amurallado; la Necrópolis del Gradone, situada en el interior de una cueva sobre el río Meleta y en la que se pueden ver tumbas que se remontan al siglo VII a.C.; el Palacio Sadun, ubicado al lado del ayuntamiento y la Sinagoga, del siglo XVI

 

Pienza

Esta auténtica joya renacentista en minuatura debe su belleza al humanista Eneas Silvio Piccolomini que ideó todo su trazado urbanístico en el siglo XV. Seis siglos más tarde, la Unesco declaró su casco histórico como Patrimonio de la Humanidad. 

No te pierdas su catedral,  el Palazzo Piccolimini con su jardín sobre el Valle de Orcia y el Palacio Borgia, regalo del papa Pío II a Alejandro Borgia que más tarde también sería Papa con el nombre de Alejandro VI. Los tres edificios se encuentran en la Plaza central de Pienza. 

 

-Monteriggioni

La belleza de esta localidad a tan solo 55 kilómetros de la monumental Florencia se capta a distancia ya que está situada sobre una suave colina y rodeada de unas impresionantes murallas construidas en el siglo XIII  perfectamente conservadas y salpicadas de catorce torreones cuadrados..

Jardines, calles, plazas...todo en Monteriggione es digno de una visita y prueba del buen estado de conservación es que en este lugar se han rodado multitud de películas; desde La vida es bella hasta Gladiator, pasando por El paciente inglés o Belleza Robada.

 

-Montepulciano

Es otro claro ejemplo de pueblo bonito y bien conservado que además no cuenta con la aglomeración de turistas que sí te encontrarás en otros rincones de la Toscana. Su centro neurálgico es la Piazza Grande donde encontrarás varios edificios de gran interés como su ayuntamiento, el Palazzo Comunale, de fachada gótica. Justo en las afueras, encontrarás la iglesia de San Agostino y el santuario de la Virgen del Bagio, dos visitas muy recomendables.

En tu visita a Montepulciano no dejes de probar sus excelentes vinos, famosos por su gran calidad.

 

-Barga

Aunque hay datos que permiten saber que este enclave estuvo habitado desde la prehistoria, fueron los Médici quienes le dieron todo su esplendor y los que propiciaron la construcción de numerosos palacios como el Palazzo Pancrazi, actual sede del ayuntamiento, el Palazzo Balduini y el Palazzo Bertacchi.

Si vas a Barga, te llamará la atención el Teatro dei Differenti, contruido entre los siglos XVI y XVIII a modo de teatro alternativo de aquella época, y la Casa Museo de Giovanni Pascoli, un conocido poeta de la zona que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. La casa se encuentra perfectamente conservada con sus muebles y su decoración original. 

 

-Montalcino

De origen etrusco pero de trazado netamente medieval,  Montalcino, al igual que otros pueblos de la Toscana está situado sobre un altozano y cuenta con murallas que servían de defensa a la población. 

En el centro, te encontrarás con el Palazzo dei Priori que llama la atención por su estrecha torre, una auténtica filigrana estética, y justo a su lado, il Cappellone, una logia porticada de estilo gótico del siglo XIV. No puedes perderte tampoco su Museo Cívico, con obras de importantes artistas italianos de todos los siglos, ni las puertas de Gattoli, Cerbaia o Burelli que dan acceso al núcleo urbano a través de sus murallas.

Montalcino es muy famosa por sus vinos, así que pasar por allí y no tomarse una buena copa de Brunello es casi un pecado. 

 

-Certaldo 

Es otro de esos rincones bellísimos de la Toscana que todavía no han sido descubiertos por la gran masa de turistas, lo que ya de por sí es un gran atractivo. Su casco antiguo está en lo más alto del pueblo y se puede acceder a él desde un funicular que parte de la Piazza Bocaccio, llamada así por uno de sus vecinos más ilustres: el autor del Decameron.

El edificio más llamativo es el Palazzo Pretorio con su fachada de ladrillo plagada de escudos que además alberga en su interior la iglesia de San Tommaso y Prospero en la que podrás admirar unos increibles frescos de Benozzo Gozzolini. Y por supuesto, la visita a la casa museo de Bocaccio es obligada.

No te olvides de pedir algún plato aderezado con la exquisita cebolla de Certaldo de color rojo y cuyo sabor, más dulce que el de las cebollas habituales, no olvidarás.