Madeira, destino único en Navidad

Madeira es parte y todo, a la vez. Aunque el archipiélago portugués, situado a unos 500 km al norte de Canarias, recibe el nombre de Madeira, así mismo se llama uno de los cuatro grupos de islas que lo conforman, que son Madeira, Porto Santo, Islas Desiertas e Islas Salvajes (los dos últimos deshabitados).

La isla de Madeira cuenta con una orografía que le permite ofrecer un gran abanico de actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza, lo que, unido a su clima primaveral durante todo el año, lo coloca en el punto de mira de los que en estos momentos están buscando destino para el invierno.

Elegida por octavo año consecutivo como “Mejor Destino Insular del Mundo” en la última edición de los World Travel Awards, la isla de Madeira es la mayor de las islas del archipiélago. De ella, nos sorprenderá su naturaleza, patrimonio cultural, historia, gastronomía, actividades de aventura y estilo de vida.

El aumento de conexiones directas entre la Isla y nuestro país, y el hecho de que Madeira se encuentre a tan solo dos horas y media de vuelo directo desde España, hace que cada vez sean más los españoles que se acercan hasta allí. Según datos de la Asociación de Promoción de Madeira (APM), en el primer semestre de este año, el número de visitantes españoles aumentó en más del 54%, siendo Funchal, Santa Cruz y la Calheta, los preferidos por el viajero español.

La Isla de Madeira, ofrece multitud de planes al viajero, tanto urbanos como deportivos, pudiendo elegir entre conocer a fondo sus pueblos y ciudades o practicar cualquiera de los deportes de su oferta turística, ya sean en la montaña o en el mar. Es una isla a la que, el que va vuelve, pues es imposible abarcar todos los planes en vacaciones, siempre queda algún rincón por conocer o actividad por realizar. Sin embargo, en esta ocasión, nos vamos a centrar en los eventos que se organizan en la isla, para celebrar la Navidad.

Navidad madeirense

El archipiélago atlántico celebra la Navidad por todo lo alto, con actividades y eventos a lo largo y ancho de su geografía. Música, color y mucha luz para esta época festiva en la que podemos encontrar:

Encendido oficial del alumbrado navideño en las calles de Funchal, el día 1 de diciembre, con el que empieza la celebración de esta festividad. Son miles de bombillas que decoran cada rincón de la ciudad y sus parques, que unidas a las flores en farolas, fachadas y tiendas, dan a Funchal un ambiente navideño, festivo y acogedor.

Conciertos y actuaciones musicales de bandas filarmónicas, grupos folclóricos y otras bandas en el bulevar de la Avenida Arriaga durante todo el período navideño.

Representación de Belenes por toda la isla, decorados con flores y plantas de la isla, así como, en ocasiones frutas y frutos secos. En Madeira hay dos formatos de belenes. Uno de ellos, llamado ‘Lapinha’ está organizado ‘en escadinha’ (en escalera). El otro tipo, ‘em rochinha’, imita un paisaje de la isla, con montañas, valles, fajãs (tierras planas cercanas a la costa), casas, iglesias y una cueva, donde se dispone el pesebre. Puedes encontrar belenes por toda la isla, pero te recomendamos los de la Plaza de la Restauración, el del Mercado dos Lavradores, el Jardim Municipal y el Jardim Botânico.

Mercadillo navideño, en la Avenida Arriaga, con puestos de decoración navideña, de bordados y de productos de la gastronomía regional típica, entre la que destaca la miel de caña de azúcar y sus derivados, como el pan de miel, el ‘bolo de mel’ (bizcocho compacto que se corta con las manos, de sabor intenso por la miel de caña, las especias y los frutos secos) y la poncha (bebida alcohólica con caña de azúcar, miel y zumo de limón). También pueden degustarse sándwiches de carne macerada con vino y ajo, sopa de pollo, ‘bolo do caco’ (pan plano y redondo que se llama así porque se hornea tradicionalmente sobre una base llamada caco) y, por supuesto, vino de Madeira.

El 23 de diciembre era costumbre ir al Mercado dos Lavradores para comprar lo que les faltara todavía para la cena de Nochebuena, pero en la actualidad, es una auténtica fiesta, que se alarga hasta altas horas de la noche, con bandas folklóricas cantando villancicos por las inmediaciones del mercado.

El 25 de diciembre a las doce, se celebra la tradicional misa del gallo, como en España. Pero, aquí, además, organizan previamente nueve misas de parto, del 16 al 24 de diciembre, de madrugada, en las que, posteriormente se come, se bebe y se cantan villancicos, en preparación del nacimiento de Jesús.

Exhibición de fuegos artificiales en Nochevieja, que pueden verse desde cualquier zona de la isla, aunque los mejores lugares son el paseo marítimo, cualquiera de los miradores o incluso desde un barco o catamarán. Resulta una experiencia inolvidable ver cómo despegan al unísono los fuegos desde decenas de ubicaciones diferentes. 

En total son casi 60 puntos de lanzamiento repartidos por el anfiteatro de Funchal, la Playa Almirante Reis, el Muelle 8, el mar y la isla de Porto Santo. Fue reconocido en 2006 como el “mayor espectáculo de fuegos artificiales del mundo”, según el libro Guinness.

El día 5 de enero por la tarde se celebra el Cantar de los Reyes en el auditorio del Jardín Municipal para recibir a sus Majestades de Oriente. Como en España, se come el famoso Roscón de Reyes que trae, en su interior, un haba seca y una figurita. En Madeira, la tradición dice que a quien encuentre la figurita invita a las bebidas y a quien le toca el haba comprará el roscón al año siguiente.

Pero, la Navidad no termina en Madeira hasta que, en el municipio de Santa Cruz, a 18 km de Funchal, se celebran del 12 al 15 de enero, las Fiestas de Santo Amaro. Justo al terminar, todas las familias madeirenses de la isla se reúnen para desmontar sus Belenes, guardar todos los adornos y luces navideñas y comer todos los manjares navideños que hayan sobrado. Es el conocido por ellos como el ‘Varrer dos Armários’.

Dónde dormir

El grupo hotelero líder en la isla es Savoy Signature, de propiedad familiar y con sede en Madeira, que cuenta en la isla con seis fantásticos hoteles. En función de nuestras necesidades podremos elegir uno u otro, pues algunos son para vacaciones en familia y otros están enfocados solo a adultos. Si bien algunos apuestan por el lujo exclusivo y otros se decantan por un estilo de vida desenfadado, el nexo común en todos ellos es la hospitalidad. Cada hotel tiene su propio concepto, público, valores y diseño.

Además, la cadena ofrece una amplia selección de restaurantes, spas y actividades para lograr que la experiencia de sus huéspedes vaya mucho más allá del alojamiento.

Para más información sobre ubicaciones y características de cada uno de estos hoteles, repartidos entre la Calheta y Funchal, puedes pinchar en este mapa.

También podemos alojarnos en el Melia Madeira Mare 5*, un hotel con vistas al mar y con todos los servicios que podamos desear en nuestras vacaciones, a tan solo 3 km de Funchal.

Otra buena opción puede ser el Hotel Barceló Funchal Oldtown 5*, junto a la Catedral de Funchal, en pleno casco histórico. Bajo el actual hotel, se encontraron vestigios de siglos pasados, que ahora forman parte de su decoración, para poner en valor el patrimonio cultural local y perpetuar el legado de la ciudad, lo que le hace verdaderamente especial. Concretamente, tiene más de un millar de piezas de cerámicas de época colonial, restos de una calzada del siglo XVI, un zapatero raspador del siglo XVII o monedas del XVIII.