| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Gabriel Rufián el miércoles en el Congreso.
Gabriel Rufián el miércoles en el Congreso.

La furia desatada de ERC provoca taquicardias en el Gobierno de coalición

Esquerra sufre un ataque de celos después de que Sánchez recurriera a Arrimadas para conseguir los votos que Rufián no quiso darle esta vez. Los socialistas tratan de rebajar la tensión.

| A.I.M. España

Gabriel Rufián soltó por esa boca algunas de las críticas más duras que Pedro Sánchez tuvo que escuchar este miércoles en el Congreso. El portavoz de ERC le acusó de no haber negociado la prórroga con sus socios de investidura y le recriminó su pacto con Inés Arrimadas: "Sus alianzas han mutado antes que el virus", señaló. 

Los de Esquerra están enfadados. Muy enfadados. Sobre todo después de que Sánchez recurriera a Cs en busca de los votos que ERC le negó ya el lunes. Este jueves el líder de la formación, Oriol Junqueras, amenazó al presidente en una entrevista desde la cárcel de Lledoners. 

En declaraciones a RNE, instó a Sánchez a elegir "si se lanza a los brazos de Ciudadanos" o si por el contrario quiere mantener "las mayorías de la investidura". Y vino a decir que como ERC baje el dedo se acaba la legislatura; y no dudará en hacerlo si la mesa de diálogo que el Gobierno pactó con los independentistas no carbura.

El enfado de ERC tiene al Ejecutivo contrariado y asustado, por más que los socialistas traten de quitar hierro al asunto diciendo que es parte del guión por la proximidad de las elecciones catalanas y su pugna con Junts per Catalunya.

Este miércoles en el Congreso tanto el propio Sánchez como Adriana Lastra trataron entre algodones a Rufián a pesar de la beligerancia con la que atacó al Ejecutivo. Y este jueves Carmen Calvo tendió puentes con ERC, casi pidiendo que le perdonara su affaire con Cs.  

De hecho la vicepresidenta primera insistió en que no han cambiado de aliados, que siguen siendo un "Gobierno progresista" y que por supuesto mantendrán las negociaciones con Esquerra para que Cataluña tenga un nuevo "encaje".  

También Arrimadas dejó claro el miércoles que el acuerdo que ha cerrado con Sánchez se circunscribe al estado de alarma, nada más, si bien es cierto que no cerró la puerta a una futura negociación de los Presupuestos. Y eso ha agitado a los socios del presidente.