Los cubanos alicantinos toman las calles para exigir democracia y libertad

Cuba está al límite. El sentir del pueblo, que comenzó protestando contra la escasez de alimentos y medicamentos, ha hablado: no quieren seguir viviendo bajo una dictadura. Y los ecos revolucionarios han llegado esta tarde a Alicante, en una jornada histórica movida por la dignidad de un pueblo sometido. Más de un centenar de cubanos ha recorrido las calles de la ciudad exigiendo democracia, libertad y condena contra el régimen castrista de Cuba.

Reinier Brito lleva viviendo tres años en España, y lo único que quiere es que Cuba sea libre. Alguna vez ha vuelto a la isla pero sabe que no hay forma de vivir allá: “Tengo a muchas amistades detenidas y desaparecidas. Es muy difícil que se acabe el régimen porque tienen un control militar y policial. Nos responden con tiros y amenazas. Estamos solos”.

Reinier portando su pancarta

Durante el recorrido desde la Plaza de la Montañeta hasta el Ayuntamiento se han sucedido diferentes soflamas y cánticos como ¡Nosotros también, si Cuba está en la calle!, ¡Abajo la dictadura! o ¡Libertad para el pueblo que se muere de hambre!

Sin embargo, la melodía reinante pertenecía a 'Patria y vida', canción que se ha popularizado en redes sociales a raíz de las protestas, y cuyo título contrapone al lema Patria o muerte que fue acuñado durante la revolución. Los versos que la calle cantaban decían así: Que no siga corriendo la sangre/ Por querer pensar diferente/ ¿Quién le dijo que Cuba es de ustedes? Si mi Cuba es de toda mi gente.

Cubanos en su camino hacia la plaza del Ayuntamiento

"Están sacando a los activistas de casa a punta de pistola. Desde fuera tenemos que visibilizar aquello. Esto se trata de humanidad, el pueblo está harto y el gobierno ha respondido diciendo que van a reprimir las protestas", cuenta Lesmi Menéndez, protestante que pide al gobierno de España y en especial a Pedro Sánchez que condene la dictadura de Cuba.

El pueblo salva al pueblo. Así es cómo observa el conflicto cubano Miguel Ángel Fernández, cuyo mensaje se centraba, sobre todo, en los militares: "Tienen familia, hijos, primos. No queremos muertos y heridos ni una guerra civil. Solo se pretende vivir en paz allí, que no haya que salir al exterior para poder vivir". 

El orgullo cubano ha imperado hasta el final. Los manifestantes han formado un corrillo en la plaza del Ayuntamiento, bailando a ritmo salsero la canción "Yo soy cubano", con el fin de demostrar que no está todo perdido. Que el régimen algún día acabará.