5 actividades Montessori que podemos hacer junto a nuestros hijos este verano

A grandes rasgos, esta pedagogía es una actitud ante la formación. Un sistema de enseñanza que respeta a los niños de manera individual, potencia sus capacidades personales, su autonomía y su confianza. Todo ello, consiguiendo que crezcan en un ambiente feliz, que les permita ejecutar por sí mismos diversas tareas, adaptadas a su propio nivel.

Para que funcione, debemos tener en cuenta tres cuestiones clave: un ambiente preparado y diseñado para que el niño crezca de manera independiente, un guía que respete el proceso de aprendizaje individual y, por último, material específico para potenciar dicho aprendizaje y la creatividad.

Sin duda, las vacaciones de verano son un momento ideal para poner en práctica esta filosofía con los más pequeños ya que podemos pasar más tiempo con ellos para ejercer de guía y tenemos más libertad para adaptar los espacios y ofrecerles las herramientas necesarias para desarrollar su máximo potencial.

Por ello, desde The English Montessori School, nos dan 5 ideas de actividades Montessori que podemos hacer junto a nuestros hijos este verano:

1. Aprovechar el Medio Ambiente para aprender a cuidarlo

La naturaleza es el lugar ideal para potenciar la curiosidad de los niños ya que nos ofrece infinidad de estímulos y cosas que podemos enseñarles. Como actividades concretas, por ejemplo, podemos crear nuestro propio registro de plantas, insectos o clases de rocas dibujándolas en un cuaderno y apuntando sus características.

 2. Juegos que estimulen sus habilidades y psicomotricidad

Hay multitud de actividades que ayudan a potenciar ciertas capacidades en los niños. En vacaciones, además, podemos aprovechar el propio entorno para hacer construcciones al aire libre o clasificar objetos de la naturaleza. Las posibilidades son muchas y muy variadas: desde hacer una caseta con palos hasta un castillo de arena, o colocar en una caja elementos diferentes y jugar a identificarlos con los ojos cerrados.

 3. Tareas en casa para adquirir buenas costumbres

Las vacaciones también son un momento idóneo para que los niños vayan realizando pequeñas tareas que, normalmente, no pueden hacer durante el resto del año por falta de tiempo. Con ello, dependiendo de su edad, podemos ir animándolos a realizar cometidos cada vez más complejos. Por ejemplo, podemos empezar por que recojan y limpien sus juguetes y, poco a poco, pasar a otras cosas como hacer su cama o poner la mesa, entre otras.

4. Cocinar juntos para potenciar hábitos saludables

Cuanto antes se familiaricen los niños con ciertos hábitos y costumbres más interiorizados los tendrán en el futuro. La cocina, por lo general, puede ser un entorno más complejo y peligroso para ellos, sin embargo podemos adaptarlo y aprovechar para cocinar juntos platos sencillos que, además, sean saludables: como ensaladas, helados o brochetas de fruta.

5. Leer cuentos y escribir un diario, cartas o postales 

Aunque estemos de vacaciones, no debemos olvidar fomentarles la costumbre de leer y/o de escribir. En este sentido, leerles cada día y animarlos a escribir su propio diario de verano, donde tomen nota de las experiencias vividas, los sitios visitados, los nuevos amigos hechos o, simplemente, las actividades realizadas y las emociones sentidas cada día. Si aún son pequeños como para saber escribir, también podemos animarlos a dibujar paisajes o alguna cosa que hayan hecho cada día.

Con estas actividades, además, ayudaremos a nuestros hijos a desarrollar su creatividad e independencia. Así mismo, dependiendo del enfoque que le demos a cada acción, podemos llegar a impulsar áreas como las matemáticas, el lenguaje, la vida práctica y lo sensorial. Con ello, les brindaremos claves para un efectivo posterior desarrollo personal e, incluso, profesional.