El servicio de tranvía entre las líneas 4 Tarongers-Dr. Lluch y 6 Tarongers - Marítim Serrería se interrumpió durante casi 10 horas, cuando la avería se podría haber solucionado en cuatro.
El servicio del tranvía entre las líneas 4 Tarongers-Dr. Lluch y 6 Tarongers - Marítim Serrería se vio interrumpido la tarde del lunes 9 de julio, después de que un camión hubiera enganchado la catenaria, según el aviso publicado por MetroValencia en su Twitter oficial.
Aviso: Interrupción del servicio L4 entre Tarongers-Dr. Lluch y L6 entre Tarongers-Maritim Serrería. L8 funciona cada 10'. Un camión ha enganchado la catenaria. Sentimos las molestias.
— Metrovalencia (@metrovalencia) 9 de julio de 2018
La reparación de la avería se prolongó hasta la noche, aproximadamente hasta las 23:30 horas, después de que ésta se produjera a las 14:00 horas, por lo que el servicio entre estos tramos afectados estuvo parado casi diez horas a lo largo del día. Según el aviso realizado por Metrovalencia, la L8 Marítim-Serrería - Marina Reial Joan Carles I funcionó cada 10 minutos y los usuarios pudieron consultar el estado de la incidencia de las líneas de metro y tranvía a través de la App, las redes sociales y la página web oficial 'metrovalencia.es'.
Hasta ahí, todo correcto. Sin embargo, lo curioso del asunto es que ese paro, producido por lo que aparentemente es una avería normal y sin más incidencias, se prolongó en exceso, ya que FGV tuvo que recurrir para su solución a una empresa externa especialista en instalación y mantenimiento de redes eléctricas de alta tensión e instalaciones ferroviarias -Grupo Cobra-, que tuvo que venir desde Alicante a subsanar el problema. El motivo, ni más ni menos, que no disponer en el momento de la avería de personal propio suficiente en el Servicio de Línea Aérea (encargado de estas tareas) para atajar una incidencia que entre 3 ó 4 horas podría haber estado solucionada", según indican fuentes ferroviarias.
La empresa Cobra, desde que recibió el aviso hasta que se personó en el tramo afectado, localizado entre Eugenio Viñas y Nazaret, tardó más de tres horas en desplazarse; tiempo al que hubo que sumar la reparación del problema (otras cuatro horas más) y la consiguiente puesta en marcha del servicio. Algo a lo que se suma también la pertinente factura que FGV ha tenido que pagar a dicha empresa, por no tener en ese momento más que dos operarios disponibles en el Servicio de Línea Aérea, cuando de normal se necesitan 4 operarios y un jefe de equipo para atajar la incidencia.
Un directivo por cada cinco personas
Los sindicatos que forman parte del Comité de Empresa de FGV, han venido denunciando en los últimos tres años un recorte considerable de trabajadores en estos servicios básicos de mantenimiento que ellos denominan 'Categorías de Instalaciones Fijas'. Si hasta ahora el Servicio de Línea Aérea disponía de 4 equipos de cuatro personas (16 personas en total) más 4 jefes de equipo en cada uno de ellos, ahora y en plenas vacaciones de verano, sólo se dispone de dos personas por equipo y un jefe de equipo", denuncia el Sindicato Independiente Ferroviario.
Y así sigue ocurriendo en el resto de servicios básicos, lo que ha hecho que "la proporción actual del organigrama de FGV sea de un directivo por cada cinco trabajadores/operarios", comentan las mismas fuentes. En los últimos dos años se ha cambiado en cuatro ocasiones el organigrama de FGV, incluido el relevo del gerente tanto en MetroValencia como en el TRAM de Alicante. "Los ascensos del personal, los enchufismos y el no reforzar departamentos que verdaderamente lo necesitan, hace que se tenga que recurrir a empresas externas para cubrir determinados servicios, con el consiguiente coste que esto genera también a la empresa", relatan fuentes del servicio de Tranvía.
Esta situación, hace que "ante incidencias como las del lunes 9 de julio, los usuarios sean los más perjudicados, primero; porque no pueden desplazarse a la playa; segundo, porque si quieren hacerlo tienen que recurrir a otro medio de transporte para llegar; y tercero, porque tienen que volver a pagar si quieren acceder a la zona de la Malvarrosa", relatan.
Lo ocurrido en el servicio entre las líneas 4 Tarongers-Dr. Lluch y 6 Tarongers Marítim Serrería el lunes 9 de julio es un nuevo punto de inflexión que viene a marcar todo lo contrario a lo que es contención del gasto y transparencia en una de las áreas del departamento de la consellera de Transportes y Vivienda, Mª José Salvador.