| 08 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El secretario general del PSOE-A y alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
El secretario general del PSOE-A y alcalde de Sevilla, Juan Espadas.

La "broma de muy mal gusto" de Espadas con Andalucía

Después de que su partido bloqueara la tramitación del Presupuesto para la comunidad, el líder socialista reclama la importancia de tener Cuentas para 2022 y pide a Moreno que las corrija.

| Manuela Herreros Andalucía

El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, quiere defender su perfil de político moderado y de diálogo a toda costa, mientras su propio grupo parlamentario bloquea la gestión del Gobierno de la Junta de Andalucía. En un derroche de cinismo, hoy lunes ha reclamado que "Andalucía necesita presupuesto y no elecciones".

Una petición que llega pocos días después de que los socialistas, aliados con Vox y Unidas Podemos tumbaran las Cuentas para 2022, obligando a prorrogar las actuales para agotar la legislatura. Según Espadas, aún hay tiempo para la negociación y la devolución del Presupuesto "no es el punto y final".

 Espadas ha pedido al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que puede corregir el presupuesto y devolverlo al Parlamento, "con una negociación y aceptando propuestas del PSOE", que, de esta manera, daría "apoyo" al mismo.

Estas declaraciones del secretario socialista y alcalde de Sevilla, han sido calificadas por Juan Marín, vicepresidente de la Junta y socio de gobierno de Cs, como una "broma de muy mal gusto", en una de las pocas comunidades de España que se queda sin presupuestos en un año clave de recuperación.

El vicepresidente de la Junta y coordinador regional de Ciudadanos, Juan Marín.

El líder del PSOE-A habla ahora de la importancia de contar con esta herramienta, sin embargo es su partido el que ha presentado enmiendas a la totalidad a cada uno de los cuatro presupuestos presentados por el Ejecutivo. "Eso es blanco y en botella para el que no lo quiera ver", ha agregado Marín, que desconfió desde un primer momento de las buenas intenciones de Espadas.

La oposición ha dejado a la región bloqueada en un momento de vital importancia, ya que las Cuentas para 2022 eran las más elevadas de la historia de la comunidad, con 43.800 millones, y albergan más de 5.000 millones de fondos europeos. Si olvidar que se trata de un proyecto sin carga ideológica y que apuesta por la sanidad, la educación y las inversiones sociales.

Por ello, el vicepresidente de la Junta pide explicaciones a los socialistas sobre las inversiones que "no se van a poder ejecutar" y ha criticado que pida al Gobierno "elaborar otra Ley de Presupuestos a imagen y semejanza del señor Espadas y del Partido Socialista".

Un temido adelanto electoral

Después de dar portazo al presupuesto, el presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), avisó que si le bloquean la gestión y aplican una pinza al Ejecutivo, no perderá tiempo y convocará elecciones antes de lo previsto, ya que están fijadas para noviembre de 2022.

Una posibilidad que hoy parece no cuadrarle al PSOE-A, que a través de Espadas dice que "no hay excusa" para adelantar los comicios autonómicos. El contexto no le es favorable porque las encuestas muestran que no mejora los resultados de su antecesora, Susana Díaz, y no goza de la popularidad suficiente fuera de la capital andaluza.

Igual Espadas necesita más tiempo antes de someterse a la decisión de los andaluces y ahora quiere volver al diálogo. Por el contrario puede tratase de una estrategia de desgaste al bipartito de PP y Cs porque no cede a sus imposiciones, a pesar de que la mayoría de sus propuestas se recogieron en el documento, después de cinco reuniones entre la consejería de Hacienda y el PSOE.

Y pidiendo justamente lo contrario se encuentra Vox, que reclama que se produzca el adelanto, en este caso porque los sondeos le colocan como tercera fuerza política y quieren aprovechar la coyuntura a su favor.

 Los intereses partidistas se imponen cuando queda un año de carrera para disputar el sillón de la presidencia de la Junta de Andalucía y mientras el Ejecutivo alerta de los riesgos de "un parón ahora", por lo que se resiste a suspender la legislatura.