De cuando la murciana de moda se "enamoró" de Natalia Millán y cumplió su sueño

Miércoles. Madrid. Teatro Capitol. Gran Vía 17,45 horas. Los ojos de Pepa Lucas entusiasman. Mucha verdad dentro y fuera del escenario. Luz tenue en el patio de butacas. Tan sólo faltan 90 minutos para que comience la función nuestra protagonista. Pepa Lucas se mete en el papel de Carmen, una murciana con muchas ganas de disfrutar la vida. Al mal tiempo buena cara. Si el novio gay te ha dejado ya le pondrá ojos al italiano. Y con poca homosexualidad en su ser.

 

 

 

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Lucas llena el escenario, el proscenio y el patio con su voz cantada y hablada. Una maga de la escena musical. Y de la tierra de Paco Rabal. Lucas es una razón para que Murcia se sienta orgulloso de su tierra. Es una actriz completa. Brillante. Sobresaliente.

Bailo, Bailo, el musical de Raffaella Carrà es el estrellato absoluto de esta murciana nacida en la ciudad de Cartagena. Pepa Lucas ha hecho realidad dos sueños. El propio y el de su padre. Un artista que tuvo que renunciar a una vocación, trompetista y trombonista, por la seguridad social y económica. Su profesor habló con el jefe de la banda nacional porque tenía muchísimo talento y querían escucharle. A Pepe le ofrecieron una prueba en Madrid. El abuelo de Pepa decidió otros planes para su padre. La hostelería. El triunfo artístico llegaría con su hija Pepa. Una vez que la vio en el escenario, su padre le dijo lo orgulloso que se sentía de su hija artista. Pepa consiguió lo que tuvo que renunciar Pepe.

Todo por un sueño: Pepa Lucas y sus antecedentes familiares

Mercedes, su madre, es una de las grandes voces de nuestro país. Y sin descubrir. No hubo posibilidad. Ha llegado el momento. Pepa Lucas es una bestia salvaje del teatro musical. El gran descubrimiento de la cartelera de nuestro país. Una protagonista sin límites. Y con humildad. Y con mucha verdad en sus ojos. Y su último papel, el de Carmen, da vida a la patrona de su mar, el Mediterráneo de Murcia. Con un acento y unos giros que quitan "el sentío".

Lucas es la sexta de seis hermanos. Su hermana Mercedes tiene tiene dotes, pianista y contrabajista. La música en estado puro triunfa en el teatro de la cartelera madrileña. Es un fenómeno hasta ahora casi desconocido. Una bestia parda de la escena. Desde tres perspectivas. Canto, texto hablado y mirada profunda. Siendo una niña, Pepa observaba con su madre Mercedes la serie El Súper de Telecinco. Allí sucedió. Allí se enamora de la actriz Natalia Millán. Ahora comparte escenario. Ningún árbol da sombra a otro árbol. Con la diferencia de la edad. Protagonismo. Y aplausos. Pepa Lucas recuerda con entusiasmo el momento que en el que se encontraron por primera vez en el espectáculo Billy Elliot. La generosidad y humildad es lo que recibió. Ahora comparten el mismo calor del público.

 

 

 

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Pepa Lucas llega a Madrid en 2008. Y con mucho salitre del Mar Menor. Un equipaje cargado de ilusiones. La ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia) fue su base formativa. Su escuela. En la Plaza del cardenal Belluga. En Málaga es profesora de musical en la ESAEM (Escuela Superior de Arte Dramático).

El "gol" de Pepa Lucas en pandemia

Pepa Lucas tiene a su mejor compañero de viaje, Efrén, un canario del mundo de las ciencias que la admira y la sigue. La protege y se cuidan. Hay admiración cuando habla del marido con que el que se casó en junio de 2022. La pandemia fortaleció su amor. En aquella situación, se ganaba o se perdía. Ellos metieron el gol.

 

 

 

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Bailo Bailo es un musical coral. Pepa Lucas es muy protagonista. Papel lucido. Todos tiene su tiempo. Su espacio. Y su intensidad. Corta e intensa. Pepa Lucas luchó por ser actriz. Y ahora es un estrella. Un verdadero Premio Planeta de la escena.