La mujer que puso en jaque al Rey Juan Carlos y Adolfo Suárez se marcha de gira

Carmen Díez de Rivera es historia viva de nuestro país. Es democracia. Es transición. Es Adolfo Suárez. Fue Rey Juan Carlos. Es feminismo entendido desde su primera letra hasta la última. Lejos del hembrismo imperante en este nueva sociedad que desconoce el pasado y lucha por un futuro sin motivación alguna. Su presente es el grito y el escándalo como bandera de su personalidad. Carmen, fue todo menos esto.

Díez de Rivera fallece en 1999. Por segunda vez. Su primera muerte tiene lugar cuando su madre la marquesa de Llanzol le dice que no se puede casar con su prometido Ramón Serrano porque era su hermano.

La madre de Carmen mantuvo una relación extramatrimonial con el cuñado del general Franco, Ramón Serrano Suñer. Su vida se truncó. Su resurgir fue político. Fue la mujer que consiguió en 1977 la legalización del Partido Comunista en España y la Amnistía. Una mujer que no necesitó arrodillarse a un hombre para conseguir ser la primera mujer que ostentó el gabinete de comunicación del Presidente de Gobierno, Adolfo Suárez. Otro estilo. Ahora la penitencia es conseguir ser ministras.

La historia de Carmen Díez de Rivera triunfa en el teatro

La historia ha llegado al teatro. Y es en el Teatro Español de Madrid. La sala Margarita Xirgu disfruta de este gran espectáculo dirigido por Fernando Soto. Trabajo de maestría para contar una historia de 50 años en 75 minutos.

El papel de Carmen, interpretado magistralmente por la actriz Mónica López. Orfebrería teatral. En muchas ocasiones durante el espectáculo ves a la mujer que luchó en aquellos años de trajes de chaqueta negros y azules. España sale de la dictadura. Carmen fue valiente, arriesgada, fuerte, y no tuvo fronteras para defender sus derechos individuales y los que pertenecen al colectivo general.

Pero murió sola. Su independencia tuvo un precio. Lo pagó, su soledad. Sus compañeros y familia la abandonaron. López es Carmen. Carmen es López. En el escenario, tres compañeros que están a la altura de las circunstancias. Ana Fernández en el papel de la marquesa de Llanzol, Oriol Tarrasón pone la piel a Adolfo Suárez y Victor Massán da vida al Rey Juan Carlos. El texto es honestamente subjetivo. En teatro y en el periodismo nunca se puedo optar a la objetividad.

Carmen, Nada de Nadie permanecerá en la Plaza de Santa Ana de Madrid hasta el próximo 18 de febrero. Su despedida madrileña dará paso a su gira nacional. San Sebastián de los Reyes (Madrid), Ponferrada, Palencia, Alicante, Medina del Campo, Alcalá de Henares, Valladolid o Murcia son algunos de los lugares a los que llegará la historia de la mujer que perfiló la España reciente. Lejos de los últimos años donde todo cambió con la nueva forma de patentar el nuevo feminismo. Tan en boga. Tan peligroso. Tantos pasos atrás.