Una bestia salvaje y teatral llamada Carlos Hipólito

Este pasado jueves ha llegado a la cartelera madrileña el espectáculo Burro, protagonizado por el actor madrileño Carlos Hipólito. Permanecerá en el Teatro Reina Victoria hasta el 18 de febrero. El trabajo del intérprete es lo más cerca que existe a una clase magistral de interpretación. De esas clases que son difíciles de hallar. La palabra y el movimiento se aúnan para conseguir el personaje más logrado de su carrera.

En momentos no ves al hombre, sino al burro. A sus 68 años, Carlos Hipólito ha conseguido tener el aplauso del público y la crítica a niveles sobresalientes. Un obra de teatro a la que podrían asistir personas que sean sordas porque el trabajo corporal es en el escenario es de una perfección que tan sólo alcanza la excelencia de los dioses teatrales. El nuevo José María Rodero es Carlos Hipólito.

Burro es un recopilatorio de textos clásicos y contemporáneos donde el protagonista es el burro o el asno. El trato que la literatura le ha dado a este animal. ElBurro a lo lo largo de la historia en la piel de este madrileño que consigue que el público le aplauda durante 10 minutos ininterrumpidos al finalizar el espectáculo. A su lado, el guitarrista Manuel Lavandero y dos jóvenes actores, Fran García e Iballa Rodríguez, que están a la altura de una puesta en escena poco vista en nuestro país. Fran e Iballa además de músicos tienen un control de su cuerpo que parece que en ocasiones también mutan en burros. A la perfección.

La política socialista y ex vicepresidenta de Pedro Sánchez, Carmen Calvo, quiso asistir al estreno. Al finalizar la función se produce un fuerte abrazo entre Calvo e Hipólito. Fue en 2020 cuando el actor recibió la distinción de Medalla de Oro a las Bellas Artes. En aquel momento Carmen Calvo pertenecía al gobierno de Pedro Sánchez. En 2021 se marcha. Calvo está muy vinculada a la cultura madrileña. De 2004 a 2007 fue Ministra de Cultura con José Luis Rodríguez Zapatero.

Burro cuenta con dos genios del teatro. En la dramaturgia Álvaro Tato y en la dirección Yayo Cáceres. En ocasiones los astros se confabulan para un producto gourmet. Es el caso de esta nueva puesta en escena que ha recorrido parte de los teatros de nuestro país y tras su estancia durante un mes en la capital recorra otros rincones de España.