Las "chicas del zapping" dan una vuelta inesperada a los míticos de la tele

Sábado. Teatro Amaya. 22,30. Horario golfo para asistir al teatro. Es lo que se pretende. Un patio de butacas que espera ser sorprendido por estos 4 actores en el papel de mujer. Mímica, televisión, música, recuerdos, pasado. Un ejercicio de zapping con los anuncios más importantes de nuestra historia de la televisión. Todo lo que se cuenta está grabado. Los labios de estos cuatro hombres reproducen a la perfección lo que se escucha con una voz de off. Trabajo milimetrado. Algo original y poco visto en la cartelera madrileña. Y tiene muy buena acogida. Es su cuarta temporada desde su estreno. David y Alberto Blasco apuestan por el riesgo al llevarlo a su teatro, El Amaya. Y ganan.

Las grandes sintonías televisivas de quienes vamos camino a los 50 años. Y los tres actores principales y un cuarto apoyo llevan a la perfección la escena. Son grandes en el espectáculo. Manejan a la perfección el escenario y el trabajo coral.

Entre la realidad y la ficción: algo sucedió en el estreno de Las Chicas del Zapping

La grandeza de estos artistas llega a su punto más alto cuando algo sucede durante el estreno de esta función. Entre la realidad y la ficción. Parece que juegan. Y es creíble. Se dirigen al público y comentan que el espectáculo sufre un problema de sincronía entre la proyección sonora y su trabajo interpretativo. El público está expectante. Nadie conoce si aquello que están observando es parte del espectáculo. Mucha duda en lo que se contempla en directo. Por unos segundos hay quien que se pregunta si lo que han ido a ver es La Función que Sale Mal, que se interpreta también en ese teatro de miércoles a domingo o es en realidad un problema que está solventando magistralmente los 4 actores que se hallan en el sobre el proscenio del escenario. Y nunca mejor dicho, proscenio.

Hasta el final de la noche no se conoce nada. Sigue la duda. Es uno de los actores quien confirma que todos los asistentes podrán asistir otro día a ver el verdadero espectáculo. Un fallo técnico ha hecho que la función Las Chicas del Zapping no se vea como tiene que ser. La brillantez de los actores ha hecho que la función sea otra. Con maestría. Con tablas escénicas. Todo a la altura de los grandes.

Ha sido otra función. También buena. Quizás algún día cuando la verdadera función sea vista por todos los que quieran disfrutarla podrá el director David Quintana ofrecer una segunda parte.