Real Madrid - Liverpool: Benzema vuelve contra el ejército suicida de Klopp

Vuelve Karim Benzema, el Balón de Oro, en otro de esos partidos grandes. Parece el francés una suerte de Guadiana con piernas, capaz de elegir cuándo juega y cuándo no, porque es cierto que reaparece cuando más televisiones hay enfocando a los veintidós que corretean por el césped. Hoy, en el Bernabéu, hay un Real Madrid-Liverpool (21:00, Movistar Liga de Campeones) de vuelta de octavos de final de Champions, así que nos olvidaremos por un rato de negreiras, pagos a terceros, empresas pantalla, tiritonas en la gobernanza futbolística y árbitros sospechosos. Que no está nada mal, por otro lado.

Recuerden: 2-5 ganó el Real Madrid en Anfield en la ida, en un partido que comenzó con un Liverpool arrollador pero donde el equipo blanco acabó templando sus nervios y machacando sin piedad al equipo de Klopp, con mandíbula de cristal y con el estado anímico más oscilante que el de Belén Esteban. Esta noche. no se vayan a equivocar, espera algo parecido a lo sucedido en el anterior partido. Porque los reds no les queda más remedio.

Klopp tiene lesionado de última hora a Bajcetic, baja añadida a las de Thiago Alcántara y Nabi Keita, por lo que su centro del campo se coge con pinzas: sólo dos futbolistas con empaque: Fabinho y un Henderson renqueante. Así las cosas, le toca salir con el modo suicida activado: 4-2-4, o quizás con el portugués Jota jugando un poco más retrasado que el trío atacante Salah-Gakpo-Darwin Núñez. No le queda otro remedio a los británicos, aún esperanzados en conseguir "lo imposible" según palabras del propio Klopp.

Un gol para la tranquilidad

El Madrid sabe que un gol, sólo uno, multiplicaría aún más sus opci0nes de plantarse en cuartos, así que Ancelotti no especulará: Alaba al lateral izquierdo, Camavinga de pivote, Valverde de interior derecho para darle energía al equipo y Karim y Vini, los dos jugadores más temidos por los reds, en punta. Los de Ancelotti son especialistas en liarse y darle emoción a eliminatorias que parecen resueltas (el Chelsea el curso pasado, la Juventus con aquel penalti de Benatia a Lucas Vázquez, el Galtasaray con el taconazo de Drogba), pero no es el día más indicado para ello.

Porque el Madrid, por mucho negreirato que se menée en la competición doméstica, lo que tiene de verdad a tiro es la Champions. Como siempre. No será el mejor, pero es el Madrid. El que gana estas pequeñas cosas más que nadie. Así que toca amarrar la clasificación. Fútbol, al fin.