| 06 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Laporta y Xavi Hernández, junto a los jugadores, en el vestuario del Barcelona.
Laporta y Xavi Hernández, junto a los jugadores, en el vestuario del Barcelona.

El cabreo del siglo de Laporta acaba con Xavi cerca de la destitución

El enésimo ridículo del FC Barcelona, que solo pudo empatar (3-3) con el Granada en Montjuic, provoca que el presidente culé se piense echar al entrenador ya mismo, pero no hay dinero.

| Agustín Díaz Deportes

Ya avisó Joan Laporta que, de no haberse tratado de una leyenda del club como Xavi Hernández, el presidente culé no habría aceptado la dimisión en diferente del técnico de Terrassa y le habría destituido en ese mismo instante. El entrenador del Barcelona anunció hace solo dos semanas que el 30 de junio dejaría el club y ahora lo más probable es que lo tenga que dejar mucho antes. 

El Barça protagonizó un nuevo esperpento anoche en Montjuic al no ser capaz de derrotar al Granada, penúltimo de la clasificación, que arrancó un punto del Lluis Companys en un encuentro en el que el equipo nazarí fue, incluso, superior al conjunto catalán. El despropósito fue mayúsculo y al Barcelona solo le salvaron dos goles de un chavalín de 16 años, Lamine Yamal, una de las pocas noticias positivas de una temporada para olvidar. 

Cuentan los que lo vieron que el cabreo de Laporta una vez acabado el encuentro fue morrocotudo, tanto que voló alguna bandeja de canapés después de un golpe desaforado del presidente culé. La posterior reunión con Deco, director deportivo, Rafa Yuste, directivo del club y Alejandro Echevarría, asesor de Laporta, dio pábulo a todo tipo de rumores, incluida la instantánea destitución de Xavi Hernández. 

Laporta, Xavi y el surrealista sueño de la Champions

Pero en el Barcelona, además de no tener un duro ni para finiquitar al técnico de Terrassa ni para contratar a ningún otro, se agarran al único clavo ardiendo que les queda: la Champions. Cuando allá por diciembre, el Barça quedó emparejado en la ronda de octavos de final de la máxima competición continental con el Nápoles, casi todo el mundo sonrió en la ciudad condal. 

El equipo del sur de Italia continúa siendo el vigente campeón de Liga, pero su ruina está siendo incluso más relevante que la del propio Barcelona. En la actualidad, deambula por la zona media de una tabla que comanda con paso firme el Inter de Milán, rival del Atlético de Madrid en octavos. 

Lo cierto es que el Barcelona, ahora mismo, no le gana a nadie y ni siquiera un rival más que asequible como es el actual Nápoles garantiza la continuidad en Champions. Pero es lo único que les queda a los culés. 

Respecto a una hipotética destitución de Xavi Hernández, la solución de emergencia para cubrirla sería el mexicano Rafa Márquez, que entrena al filial blaugrana en Primera RFEF. Sería, claro, un parche, porque en Barcelona, dados como son últimamente a sueños imposibles, algunos ya se imaginan a Arteta, Xabi Alonso, incluso a Klopp, en el banquillo blaugrana la próxima temporada.