El lujo europeo genera 985.000 millones de euros

Las últimas cifras publicadas por la Alianza de las Industrias Culturales y Creativas Europeas (ECCIA)— y recogidas por Círculo Fortuny, su único miembro en España-, revelan que el sector de alta gama en Europa representa el 5% del PIB europeo y genera hasta 985.000 millones al año, además de concentrar el 70 % de la cuota de mercado mundial.

Este sector continúa impulsando el crecimiento económico, preservando el patrimonio cultural y promoviendo la excelencia mucho más allá del continente.

El informe, que ha sido elaborado con la colaboración de Bain & Company y presentado ante el Parlamento Europeo en Bruselas, también advierte sobre las amenazas que pesan sobre el futuro del sector, como los aranceles y la creciente incertidumbre en el comercio internacional. 

A ello se suma un desafío estructural: la dificultad para atraer y fidelizar a una nueva generación de artesanos cualificados, clave para garantizar el relevo generacional en un sector que emplea a dos millones de personas en toda Europa.

“Los productos de lujo europeos siguen liderando los mercados internacionales. Las últimas cifras confirman un crecimiento sólido en los últimos cinco años y un posicionamiento firme para seguir ganando cuota en un mercado global que podría alcanzar los 2 a 2,5 billones de euros en 2030”, explica Claudia D’Arpizio, socia de Bain & Company.

Aunque estos datos confirman que el sector representa ya el 11,5 % de las exportaciones europeas, su valor va más allá de lo económico. 

A través de sus productos y experiencias, las marcas representan también la máxima expresión del soft power europeo, basado en su creatividad, innovación y artesanía. 

Este sector es una potencia creativa que invierte hasta un 5% de sus ingresos en educación y formación, y hasta un 3% en sostenibilidad e innovación, lo que contribuye a la prosperidad social, la preservación cultural y el crecimiento económico en los distintos clústeres de excelencia repartidos por Europa.

Para Xandra Falcó, presidenta de Círculo Fortuny, “este informe constata que el sector de lujo es un pilar estratégico para la economía europea: impulsa el crecimiento, genera empleo de calidad y proyecta al mundo nuestra identidad cultural y creativa. Protegerlo es esencial para conservar nuestro liderazgo mundial y seguir impulsando nuestros valores”.

RIESGOS QUE VIENEN 

El informe advierte de que, pese a su buena salud, el sector de la alta gama se enfrenta a desafíos en un contexto global incierto.

 Las crecientes tensiones geopolíticas, el alza de aranceles y las políticas comerciales proteccionistas —especialmente entre Estados Unidos y China, que representan entre el 35 % y el 45 % de los ingresos globales del sector— están generando un clima de incertidumbre que podría frenar su expansión.

Michael Ward, presidente de ECCIA, destaca que “las marcas europeas de alta gama y lujo sostuvieron dos millones de empleos en 2024, creando 160.000 nuevos puestos desde 2019, superando el crecimiento del mercado laboral europeo. 

Si bien las acciones del lujo rinden entre 4 y 6 veces más que el mercado general en países como Italia o Francia, somos sensibles a ciertas señales de advertencia” y alerta de que “las barreras arancelarias amenazan con frenar la demanda global, encarecer los costes y obligar a las empresas a replantear sus cadenas de suministro, en un momento en el que el sector necesita estabilidad para seguir siendo competitivo”.

El sector de alta gama europeo es una potencia a nivel global. Su impacto trasciende lo económico: es también un motor de atracción turística y cultural. 

El 40% de los viajeros internacionales señala las compras de lujo como una de las razones principales para visitar Europa.

Pese a las previsiones optimistas —el mercado global del lujo podría duplicarse de aquí a 2030—, ECCIA advierte de que se requiere un respaldo político decidido y coordinado urgente para proteger uno de los mayores tesoros culturales y económicos de Europa. 

En este contexto, la alianza europea de industrias creativas ha lanzado cinco recomendaciones de política pública a la UE para respaldar el crecimiento sostenible a largo plazo del sector y su capacidad para seguir contribuyendo a la economía europea y a su reputación internacional.

1. Potenciar el comercio y el turismo

Priorizar soluciones diplomáticas a las disputas comerciales: las marcas europeas de alta gama y lujo se enfrentan a importantes retos ante el aumento de las tensiones geopolíticas, el aumento de aranceles y las políticas comerciales proteccionistas, especialmente en EE.UU. y China (dos mercados clave que representan entre el 35% y el 40% de los ingresos del sector). Es esencial adoptar estrategias proactivas como la diversificación de mercados, el fortalecimiento de la relación con economías emergentes y la promoción de acuerdos comerciales favorables para proteger la resiliencia y mitigar los riesgos para la rentabilidad y la competitividad global.

Promover los Acuerdos de Libre Comercio (ALC): apoyar los ALC que garanticen un acceso recíproco a los mercados, reduzcan las barreras comerciales y combatan la falsificación y el comercio paralelo.

Facilitación de visados: simplificar los procedimientos para la obtención de visados de la UE y fomentar la devolución del IVA a turistas extracomunitarios, para reforzar el atractivo de la UE como destino de turismo y compras de alta gama.

2. Reforzar los derechos de propiedad intelectual (DPI) y luchar contra las falsificaciones

Mejorar la aplicación de la Ley de Servicios Digitales (LSD): La implementación efectiva de la LSD depende del compromiso de la Comisión Europea para hacer cumplir rigurosamente sus disposiciones mediante:

La asignación adecuada de recursos financieros y humanos.

La revisión de su implementación.

La eliminación proactiva de productos falsificados y la clarificación del despliegue del mecanismo de «alertadores fiables».

Introducir una legislación específica contra la falsificación: Implementar medidas vinculantes para cubrir las lagunas de la LSD:

Exigir la trazabilidad en toda la cadena de valor mediante la obligación de conocer al cliente empresarial para todos los intermediarios, no solo para los marketplaces online.

Requerir que todos los intermediarios adopten medidas proactivas, razonables y proporcionadas para prevenir la aparición de productos falsificados.

Asegurar que las plataformas implementen mecanismos que impidan la reaparición de productos ilegales tras su retirada.

3. Preservar la confianza y la experiencia del consumidor

Combatir las ventas no autorizadas: reforzar el marco legislativo de la UE para ayudar a las marcas a hacer cumplir sus redes de distribución selectiva frente a distribuidores no autorizados, protegiendo así la imagen de marca, sus inversiones, y garantizando al mismo tiempo la seguridad del consumidor.

Apoyar nuestras redes de distribución especializadas: mantener la capacidad de las industrias de alta gama de seleccionar vendedores autorizados basándose en criterios cualitativos, con el fin de preservar la artesanía y la excelencia del servicio al cliente.

4. Promover la sostenibilidad en los bienes y servicios de alta gama

Consulta específica por sector: involucrar a los representantes de la industria en la elaboración de la legislación secundaria del Pacto Verde para abordar las necesidades específicas del sector, en particular en lo relativo al diseño ecológico y economía circular.

Plazos de implementación adecuados: garantizar un mínimo de 36 meses para el cumplimiento de nuevas obligaciones legales, en línea con el ciclo de vida de los productos de la industria (del diseño a la venta).

Condiciones equitativas para todos: aplicar las normas del Pacto Verde por igual a todas las empresas que operan en el mercado de la UE, evitando que las nuevas medidas perjudiquen la competitividad global de las empresas europeas.

5. Apoyar la artesanía y el desarrollo de competencias

Abordar el déficit de cualificaciones: lanzar iniciativas a nivel de la UE y de los Estados miembros para desarrollar una mano de obra cualificada en artesanía, ingeniería y producción técnica para las industrias de alta gama.

Introducir un título europeo de Maestro Artesano: reconocer y promover la excelencia creativa y técnica para preservar una artesanía de alta calidad.

Las medidas de represalia, incluidos los aranceles y las barreras no arancelarias, amenazan la capacidad del sector para mantener un acceso competitivo a estos destinos clave de exportación. El aumento del discurso proteccionista podría agravar aún más la situación de una industria que depende en gran medida de los mercados abiertos. 

Además, nuestra producción no puede deslocalizarse, ya que nuestro modelo de negocio y nuestro atractivo se basan en el patrimonio cultural y el saber hacer europeo.