| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Joan Laporta, presidente del FC Barcelona.
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona.

El Barça "hace un Ferrovial" pero esta vez sin las críticas feroces del Gobierno

Pedro Sánchez y sus socios duros callan ante el traslado de la filial de contenidos del club culé a Países Bajos, tras la campaña de acoso contra la constructora por el mismo motivo.

| Juan P. Burgueño Economía

El FC Barcelona ha decidido fijar en Países Bajos la residencia fiscal de de su filial de contenidos, Barça Media, para que salga a cotizar en el Nasdaq, la bolsa tecnológica de Estados Unidos, una vez que el club blaugrana a registrado la documentación necesaria ante el regulador bursátil estadounidense, la SEC.

El Barça sigue así los pasos de la constructora Ferrovial, que este año protagonizó una polémica mudanza de su sede a Ámsterdam para dar el salto a Wall Street, o de Wallbox, compañía catalana de cargadores eléctricos que utilizó una sociedad en Holanda para salir a cotizar en el Nasdaq en 2021.

El plan del club blaugrana es sacar a cotizar 'Barça Media' en EEUU estableciendo la sede legal en Países Bajos, sin mover hasta allí la sede operativa ni de los negocios. Para ello, se fusionará con una spac, un vehículo habitual para este tipo de operaciones en EEUU (entidades que no tienen un plan o propósito comercial específico y cuyo modelo de negocio suele estar centrado en participar en una fusión o adquisición con otras empresas). La spac en cuestión es Mountain & Co. I Acquisition Corp. La sociedad holandesa cotizada en el Nasdaq, el índice tecnológico de Wall Street, tendrá una filial en España que será la que gestione el negocio.

Una de sus palancas

La salida al Nasdaq es una de las “palancas” financieras a las que se refiere habitualmente el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, para poder cuadrar las cuentas del club y que LaLiga le permita inscribir jugadores, tras los desajustes entre ingresos y gastos generados por la plantilla y la elevada deuda del equipo.

La spac y el Barça se han dado de plazo hasta el 11 de agosto de 2024 para culminar la operación, aunque esperan que esté cerrada antes de final de este año. El acuerdo fusión valora en unos 900 millones de euros el negocio de contenidos del club blaugrana, que comprende contenidos audiovisuales, criptomonedas del Barça, NFT (activos digitales no fungibles), avatares, contenidos para explotar en plataformas de realidad virtual o contenidos para eSports.

La operación no ha generado ningún tipo de reacción contraria del Gobierno en funciones y sus duros socios de la anterior legislatura, los cuales no tardaron ni un minuto en poner el grito en el cielo cuando se conoció la operación de cambio de sede de Ferrovial el pasado abril.

Pedro Sánchez aprovechó para intentar dar la vuelta a una decisión muy negativa en principio para el Gobierno para convertirla en un elemento central de su campaña electoral, que tenía como uno de sus ejes la idea de “los dos modelos”, según su visión, el de la derecha, que promueve la precariedad, los bajos impuestos y ayuda a los sectores más privilegiados de la sociedad, frente al de la coalición progresista, que apuesta por una reforma laboral, una justicia fiscal y se concentra en defender a la clase media trabajadora. Ahora con el club catalán, ni un una palabra.

 

En ese contexto, Rafael del Pino, la tercera fortuna española, con 3.800 millones de euros, según Forbes, presidente de Ferrovial, se convertió en la diana de Sánchez y todo el Gobierno. Sánchez llegó a decir que Del Pino había amasado su fortuna “en buena medida gracias a los españoles”, a que su empresa ha crecido con contratos públicos pagados con impuestos de todos. “La patria no es solo hacer patrimonio, es ser solidario, arrimar el hombro y ayudar cuando tu país lo necesita, estamos hablando de la tercera fortuna de España”, clamó Sánchez después de citar directamente a Del Pino.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, consideró que no compartía una decisión que parece "va en contra del interés y de la imagen de nuestro país", llegando a asegurar que se trata de una empresa que le debe todo a España, que ha crecido gracias a las inversiones públicas financiadas por todos los ciudadanos españoles", dijo en La Sexta.

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, se sumó a la campaña indicando que "debemos lamentar situaciones de este tipo, aunque hay que ser conscientes de la realidad, que es que esta empresa estaba tributando más del 80% fuera de España" y que "seguirá tributando" en el país por la parte de la inversión nacional que corresponda y "manteniendo los puestos de trabajo, que es lo que le importa al Gobierno".

La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, fue más allá con sus disparatadas críticas y tachó a Ferrovial de "empresa pirata" y pidió "atarles en corto para que tengan que devolver hasta el último euro que les dieron los españoles. Se ha llevado sólo en esta legislatura 1.000 millones de euros de contratos públicos".

 

Asimismo, recordó que la empresa "vio cómo se nacionalizaban sus salarios con los ERTE y que después, cuando las cosas le fueron mal, fue rescatada con dinero de todos los españoles. Es una empresa pirata y hay que decirlo claro".

Feijoo y Ayuso contra el acoso del Gobierno

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, censuró  la ofensiva emprendida en bloque por el Gobierno contra Ferrovial. “El presidente del Gobierno, más hooligan que nadie, insultando directamente no solamente a la empresa, sino al presidente de la compañía. ¿Usted cree que se puede insultar a un presidente de una compañía por parte del presidente del Gobierno?", afirmó Feijóo a preguntas de los periodistas.

En paralelo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, publicó en su Twitter que "la salida de Ferrovial de España confirma que Sánchez prefiere una España sin empresas antes que dar marcha atrás en su política fiscal, que nos va a arruinar".