Bienestar en cada bocado: descubre las 8 propiedades del caqui

A pesar de su dulzura, los caquis, tienen un índice glucémico bajo, (50.0), y alto contenido de fibra dietética, pueden ser considerados en cantidades limitadas para aquellos que buscan controlar la diabetes.

Descubriendo el caqui: una delicia introducida en la India

Cuando el otoño se instala y el invierno se acerca, la naturaleza nos regala un tesoro culinario: la temporada del caqui, que abarca desde octubre hasta enero.

Entre las diversas frutas que nos ofrece la  naturaleza, el caqui destaca como una delicia única. Originario de China y Japón, este fruto fue introducido en la India hace aproximadamente un siglo por colonos europeos. En la actualidad, su popularidad en el subcontinente está en constante crecimiento, gracias a su delicioso sabor y su excepcional valor nutricional.

Nutrientes esenciales del caqui

Sumergiéndonos en la esencia del caqui, descubrimos que no solo es una exquisitez para el paladar, sino también una fuente de nutrientes esenciales.

Con 80 calorías por cada 100 gramos, el caqui se posiciona como una opción moderadamente alta en calorías, pero sorprendentemente baja en grasas.

Su pulpa, con una textura suave, se convierte en una excelente fuente de fibra dietética. Un modesto consumo de 100 gramos aporta 3,6 gramos, lo que representa el 9,5% de la ingesta diaria recomendada de fibra soluble e insoluble.

Además, el caqui está impregnado de antioxidantes polifenólicos flavonoides, tales como catequinas y galocatequinas, que ofrecen beneficios sustanciales para la salud. Entre ellos, destaca el ácido betulínico, un compuesto antitumoral.

Las catequinas, por su parte, exhiben propiedades antiinfecciosas, antiinflamatorias y antihemorrágicas, actuando como guardianes frente a diversas amenazas a la salud.

Una riqueza de vitaminas y minerales

Más allá de su sabor dulce y suave, el caqui se presenta como un cofre del tesoro de vitaminas y minerales esenciales.

Contiene vitamina A, β-caroteno, licopeno, luteína, zeaxantina y criptoxantina. Estos compuestos colaboran como protectores contra los radicales libres derivados del oxígeno y las especies reactivas de oxígeno (ROS), elementos que desempeñan un papel crucial en procesos patológicos y en el envejecimiento.

Además, el caqui es una fuente generosa de vitamina C, conocida por fortalecer la resistencia del cuerpo contra agentes infecciosos y por combatir los radicales libres dañinos y proinflamatorios.

Enriqueciendo aún más su perfil nutricional, el caqui incluye valiosas vitaminas del complejo B, como el ácido fólico, la piridoxina (vitamina B6) y la tiamina, que actúan como cofactores para numerosas funciones enzimáticas metabólicas.

No podemos pasar por alto los minerales que aporta el caqui, como potasio, manganeso, cobre y fósforo.

El manganeso, por ejemplo, es esencial como cofactor de la enzima superóxido dismutasa, un poderoso eliminador de radicales libres. Asimismo, el cobre, otro mineral presente en el caqui, se erige como un cofactor vital para diversas enzimas, incluidas la citocromo c-oxidasa y la superóxido dismutasa.

La aparente modestia del caqui en tamaño no refleja su riqueza en beneficios para la salud. Este fruto, a pesar de su pequeñez, alberga una abundancia de minerales esenciales, como calcio, magnesio, fósforo y potasio, que contribuyen a la salud de huesos y articulaciones.

El potasio, en particular, destaca por su capacidad para combatir la hipertensión, mientras que el manganeso juega un papel crucial en el mantenimiento de una función nerviosa normal.

Además, los caquis no solo son delicias sensoriales; también son portadores de compuestos bioactivos como polifenoles, taninos, catequinas, proantocianidinas y carotenoides.

Estos compuestos, más allá de brindar sabores únicos, exhiben características antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, antihipertensivas y antienvejecimiento.

Almacenamiento y consumo del Caqui

La experiencia con el caqui va más allá de su adquisición; se extiende al almacenamiento y consumo consciente. Los caquis maduros, suaves al tacto, encuentran su lugar en el refrigerador hasta que la ocasión de disfrutarlos llegue.

Por otro lado, los caquis firmes continúan su proceso de maduración a temperatura ambiente. Para acelerar este proceso, la exposición a la luz solar o la compañía de manzanas, peras o plátanos se revelan como estrategias efectivas.

Para disfrutar de la exquisitez de los caquis, es crucial identificar el momento adecuado. La pulpa, al ser presionada y dejar una ligera hendidura, indica que el caqui está listo para ser degustado. Los caquis maduros se revelan como auténticas delicias cuando se consumen crudos, quitando el tallo en forma de flor y extrayendo la pulpa cremosa con una cuchara.

Algunos describen esta pulpa como similar a la consistencia de un pudín, con un sabor que recuerda ligeramente a los albaricoques.

8 Propiedades del Caqui para la Salud

Aporta antioxidantes

1. Para una Inmunidad robusta: Los caquis son ricos en vitamina C, licopeno y luteína, actores clave en la reducción de la inflamación y la protección de tejidos conectivos.

Reducción de la Inflamación

• Gracias a la vitamina C y flavonoides, el caqui se erige como un escudo contra enfermedades crónicas y trastornos como diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas y artritis.

Promoción del bienestar cardíaco:

• Cargado de vitamina E, grasas insaturadas y fibras dietéticas, el caqui se convierte en una adición vital para el corazón. El potasio y los antocianinas presentes contribuyen a mantener la presión arterial y la salud cardíaca en general.

Alivio de trastornos digestivos:

• La riqueza en vitaminas del grupo B y fibras solubles del caqui aporta beneficios sustanciales para la salud digestiva. Las vitaminas B regulan la proporción de carbohidratos, proteínas y grasas, mientras que las fibras facilitan el tránsito intestinal.

Mejora de la salud ocular:

• Con grandes cantidades de vitamina A y antioxidantes carotenoides como luteína y zeaxantina, el caqui impulsa la salud ocular, protegiéndo contra enfermedades como la degeneración macular.

Enriquecimiento de la textura de la piel:

• El caqui es un aliado para la piel, con vitaminas C y E, así como antioxidantes de catequina. Estos componentes ofrecen propiedades antiinflamatorias, combaten el acné, las manchas oscuras y minimizan el envejecimiento de la piel.

Combate Infecciones bacterianas:

1. Gracias a los taninos, los caquis presentan propiedades antimicrobianas, actuando contra bacterias y contribuyendo a mantener el cuerpo libre de infecciones.

Ayuda en el control de la diabetes:

1. A pesar de su dulzura, los caquis, con su bajo índice glucémico y alto contenido de fibra dietética, pueden ser considerados en cantidades limitadas para aquellos que buscan controlar la diabetes. Componentes específicos del caqui inhiben enzimas asociadas con la diabetes y ayudan a prevenir picos repentinos en los niveles de azúcar en sangre.

En conclusión, la temporada del caqui no solo nos ofrece una deliciosa experiencia gastronómica, sino también un regalo nutricional incomparable.

Desde su perfil antioxidante hasta sus propiedades antiinflamatorias, el caqui se presenta como un aliado esencial en el viaje hacia una vida más saludable. Integrar este fruto en nuestra dieta no solo resalta nuestra experiencia culinaria, sino que también nos permite tomar decisiones conscientes para cuidar de nuestro bienestar general.

Así, con cada bocado jugoso de caqui, nos sumergimos en un océano de beneficios nutricionales que la naturaleza nos brinda con generosidad. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.