Consejos para combatir la melancolía y desánimo invernal

Todo tiene su lado bueno y malo y lo vemos todos los años con el cambio de horario. El primer cambio de hora del año, que tuvo lugar en marzo, fue una buena noticia porque teníamos más horas de luz al día y empezaba la cuenta atrás para el buen tiempo, sin embargo, dormimos una hora menos. Por contra, en el segundo cambio, hemos dormido una hora más, pero damos la bienvenida al horario de invierno y, con ello, a menos horas de luz al día y a los meses más fríos del año.

Menos luz y más frío, dos factores que, combinados, afectan a muchas personas en su estado de ánimo y también a su salud mental. Así, existe un trastorno mental llamado TAE (Trastorno Afectivo Estacional), que afecta a entre el 1 y el 10% de la población, y que se define como la presencia de episodios depresivos mayores recurrentes en una época determinada del año que remite cuando es superada dicha estación. La época en la que suele ser más frecuente este trastorno es el invierno y las épocas de remisión la primavera o el verano. 

¿Cuáles son los síntomas? 

Los síntomas más comunes del TAE son la disminución de la actividad física, tristeza, ansiedad, cambios en el apetito, disminución del deseo sexual, alteraciones menstruales en el caso de las mujeres, donde la incidencia es mayor, dificultades para concentrarse y aislamiento social, entre otros. La psicóloga de bluaU de Sanitas, María Calle, apunta que es importante destacar que “el TAE no es una simple melancolía invernal, sino una afección clínica que requiere atención y tratamiento”. 

Según un estudio, la psicóloga de la Clínica Cleveland, Susan Albers, explicó que:

"Cuando hay un cambio en la estación y en nuestro acceso a la luz del sol, nuestros cuerpos tienen dificultades para adaptarse a la nueva situación de la luz y las horas. Este fenómeno se conoce como depresión estacional"

¿Qué recomiendan los expertos para paliar el desánimo en invierno? 

En el caso de que se experimenten indicios significativos de TAE lo mejor es acudir a un profesional para comenzar una terapia psicológica. Sin embargo, muchas personas quizás no lleguen a padecer este trastorno de forma severa, pero sí experimenten cierto desánimo o melancolía, como indicaba la profesional sanitaria María Calle, y lo más probable es que haya personas que les afecta más que a otras. En todo caso, es positivo conocer las recomendaciones de los expertos para sentirte mejor en esta época del año. 

• Salir a pasear para aprovechar las horas de luz natural del día. Esta recomendación puede parecer fácil, pero en realidad no lo es. Para las personas que trabajan, por ejemplo, de 9 a 18h esta tarea puede resultar complicada. Sin embargo, te animamos a ser consciente de ello y buscar soluciones. Por ejemplo, en la hora de la comida puedes aprovechar para dar un paseo de 10 - 20 minutos, antes o después de comer. Los fines de semana también son muy buenas oportunidades para salir por la mañana a tomar el aperitivo o incluso a hacer running o nuestro deporte favorito. La actividad física también es muy importante para nuestro bienestar emocional y debemos practicarla con regularidad, no lo decimos nosotros, sino la típica frase que habrás escuchado más de una vez: “La verdad es que me siento genial después de hacer ejercicio”.

El siguiente consejo nos sirve, no sólo para combatir los días fríos y grises, sino para todos los ámbitos de nuestra vida diaria:

• La gestión del estrés. Prueba a practicar técnicas de relajación como la meditación y la relajación profunda. Existen diferentes técnicas de relajación profunda, todas comparten lo siguiente: inspirar, aguantar y exhalar. Lo que varía de una técnica a otra suelen ser los segundos. Una de las más comunes es la respiración 4-7-8: inhalas durante 4 segundos, aguantas la respiración durante 7 y exhalas con fuerza durante 8 segundos y así, hasta completar 4 ciclos completos, dos veces al día.
• Mantén al día tus relaciones sociales, ya sea con compañeros del trabajo tomando un café, o con amigos y familiares. Te recomendamos, por ejemplo, en vez de enviar un whatsapp a tu amigo llamarle cinco minutos por teléfono para mantener una conversación más fluida y real. O, si es posible, entre semana, sacar un hueco para veros en persona. Son pequeños detalles que marcan la diferencia. 
• ¡Siempre ocupado! Fíjate metas y objetivos. Esto nos ayudará a sentirnos mejor, ya que el tener un propósito en la mente nos mantiene ocupados y motivados en lo que estamos haciendo.