El abogado de Puigdemont culpable de terrorismo y blanqueo, clave en la amnistía

La ley de amnistía se está cociendo a fuego lento mientras sus cocineros intentan sortear los posibles problemas legales o con la Constitución que pudieran surgir. A ellos les prepara la mesa para que esté todo preparado un Pedro Sánchez que depende de que la cena salga perfecta para seguir siendo presidente del Gobierno tras su futura investidura.

En ello está el fugado Carles Puigdemont junto a personas de su máxima confianza. Precisamente tienen ese calificativo para él pero no de puertas para afuera en algunos casos. El mejor ejemplo es Gonzalo Boye, abogado del expresidente catalán y de otros independentistas ilustres condenados por el ‘procés’. Desde luego se trata de un letrado que no puede presumir de tener un expediente impoluto y ejemplar, ya que las polémicas e incluso las condenas en firme por asuntos más que turbios le persiguen.

Condenado por planear un secuestro de ETA

Boye nació en Chile en 1965 y llegó a España a finales de los 80. Formó parte del denominado Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), una organización marxista-leninista y guevarista chilena de extrema izquierda. En 1992 fue detenido por su colaboración con ETA y condenado después a 14 años de cárcel por participar en el secuestro del empresario Emiliano Revilla. De hecho, aunque empezó sus estudios de Políticas y Economía en Alemania acabó la carrera durante su estancia en la cárcel.

249 días secuestrado en un zulo estuvo Revilla, que consiguió salir del mismo gracias al rescate de 1.000 millones que dio su familia. El MIR fue contratado por ETA para el seguimiento de este hombre de negocios que ahora tiene 95 años y Boye fue el encargado de llevar a cabo ese seguimiento que acabó en una operación exitosa para los terroristas. Precisamente, uno de los integrantes del grupo extremista chileno fue el que delató a Boye.

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Condenado por ayudar a Sito Miñanco

Sito Miñanco pasará a la historia como el mayor narcotraficante de nuestro país. El denominado por algunos como Pablo Escobar español por la cantidad de dinero que llegó a generar gracias a la droga habría intentado volver a la actividad delictiva después de su supuesto retiro y Boye podría estar en el ajo. Ambos, junto a otra media centena de personas, fueron acusadas de introducir cuatro toneladas de cocaína y ocultar después los beneficios obtenidos.

En este segundo punto habría tenido un importante papel Boye, ideando el sistema para llevar a cabo ese blanqueo. Aunque presentaron alegaciones, la Audiencia Nacional las desestimó el 27 de julio de este año. La Fiscalía Antidroga pide 30 años de cárcel para el traficante y 10 para el abogado de Puigdemont por su posible ayuda.

La exconsejera de Educación de la Generalitat Clara Ponsatí junto a su abogado Gonzalo Boye.

Boye siempre ha estado rodeado de “joyas”. Además de ilustres separatistas y fugados como Puigdemont, Quim Torra o Clara Ponsati, este letrado también defendió al rapero Valtonyc -también fugado en Bélgica y también independentista tras ser acusado de injurias a la corona- o de Rodrigo Lanza, acusado del asesinato de un hombre de 55 años por llevar unos tirantes con la bandera de España.