Los restos de José Antonio serán exhumados del Valle de los Caídos el lunes

La exhumación de los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos tendrá lugar el lunes 24 de abril a las 10 de la mañana. Reposan allí desde el 31 de marzo de 1959, en una tumba junto al altar mayor, justo al lado de la que ocupó Francisco Franco desde su muerte y hasta 2019. El día va a tener un significado especial para sus familiares porque justo se cumple el 120 aniversario del nacimiento del fundador de Falange. 

El plan de Sánchez: la exhumación de Franco no era el final sino el principio

Según ha podido saber ESdiario, las conversaciones durante los meses que ha durado la negocación las ha llevado la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, con dos interlocutores de los descendientes de José Antonio, hijos de los dos únicos hermanos del político que tuvieron descendencia: Fernando, fusilado también en la Guerra, y María del Carmen, ya fallecida. Las relaciones han sido buenas y lograron pactar una fecha y unas condiciones.

Solo asitirán a la ceremonia los descendientes de José Antonio que han tenido que facilitar sus datos a Patrimonio Nacional hace unos días

Detalles de la ceremonia

Según la información recabada por ESdiario, el lunes se moverá la losa de mármol que cubre la tumba de Jose Antonio y sus restos serán inhumados en una ceremonia religiosa oficiada previsiblemente por el prior de la comunidad benedictina del Valle de los Caídos, el padre Cantera. .

Imagen de archivo del Valle de los Caídos

Asistirán solo los descendientes de José Antonio, los más directos sobrinos nietos y sus respectivas familias.Todos tuvieron que facilitar días atrás a Patrimonio Nacional sus señas de identidad, nombre y DNI, para poder acceder a la basílica. Se espera, como es lógico la presencia de algún representante del Gobierno o de Patrimonio Nacional, que depende del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. 

Quinta exhumación de los restos de José Antonio

Con este traslado de los restos desde el Valle de los Caídos se espera que José Antonio Primo de Rivera descanse definitivamente en paz. Y es que si sus últimos meses de vida fueron accidentados, sus restos mortales también han sufrido un periplo que acaba ahora, casi 87 años después de su muerte.

José Antonio fue fusilado en la prisión de Alicante el 20 de noviembre de 1936 a la edad de 33 años. Fue trasladado hasta allí tras ser apresado en Madrid en los inicios de la Guerra Civil. En concreto, fue detenido el 14 de marzo de 1936, meses antes del comienzo de la contienda, bajo la acusación de posesión ilícita de armas. Ingresó en la cárcel Modelo de Madrid, pero ante el temor de que Falange intentara liberarlo, se decidió su traslado a Alicante el 5 de junio, junto a su hermano Miguel, también detenido.

Estando preso allí se produjo el estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936. En noviembre se celebró un juicio en el que fue condenado a muerte por fusilamiento y el día 20 de aquel mes, a las 6:20 de la madrugada, fue ejecutado en el patio nº 5 de la enfermería de la cárcel. En su testamento dejó escrito un deseo: “Que sea la mía la última sangre española vertida en discordias civiles”. 

Retrato del fundador de Falange

José Antonio fue enterrado en una fosa común de la sacramental de Florida Alta, en Alicante, sin informe forense ni certificado de defunción. Poco después, por presiones del gobierno británico para comprobar la veracidad de la muerte, se exhumó el cuerpo, se procedió a la identificación del cadáver y se volvió a enterrar allí mismo. 

La segunda exhumación tuvo lugar en 1938. El gobierno del Frente Popular decidió trasladar los restos desde Florida Alta a un nicho del cementerio Nuestra Señora de los Remedios, también en en Alicante. Un año después, finalizada la Guerra Civil, el cadáver fue nuevamente exhumado para el traslado del ataúd a hombros hasta el monasterio de San Lorenzo de El Escorial en Madrid.

El viaje que duró 10 días con turnos ininterrumpidos de falangistas que se relevaron sin descanso. El el 30 de noviembre de 1939 su féretro llegó al Monasterio de El Escorial y fue enterrado a los pies del altar mayor de la basílica.

Veinte años después y una vez concluidas las obras del Valle de los Caídos, José Antonio Primo de Rivera fue exhumado de nuevo y trasladado hasta la basílica de Cuelgamuros el 31 de marzo de 1959, un día antes de la inauguración oficial del recinto. Allí habrá permanecido durante 64 años y 24 días, hasta este lunes.