La traición registrada en el móvil que deja a verlas venir a Arrimadas y Rufián

Este jueves Pedro Narváez aprovecha su columna en La Razón para aventurar sus propias profecías políticas con grandes dosis de ironía porque a su juicio: "La historia toma aires bíblicos" y no es por la pandemia sino por otro castigo divino: "volver la cabeza y convertirnos en estatuas de sal tras mirar a nuestros gobernantes, bueno, a todos no, al puñado que se bate en duelo".

El periodista augura que "Pedro (Sánchez) y Pablo (Iglesias) encabezan la lista y comparten fecha del santoral" y "uno de los dos traicionará al otro" y a su juicio "ambos conocen cómo se clava un puñal" y "podrían editar un tutorial en Youtube". 

Sin embargo, "aunque hay maneras de morir. Iglesias intenta estos días disparar a todo el que se mueve" y "confunde una hojarasca al viento, o a un periodista, con una banda de criminales".

En realidad, dice con sarcasmo, "de alguna manera ha muerto, pero hay difuntos que no lo saben y pasean el ataúd creyendo que es un traje a medida".

En cualquier caso, reflexiona sobre que "la traición, al cabo, está en los genes de un político. Para que les respeten, muestran las muescas del revólver" y aquí recuerda que Sánchez acaba de dejar en la cuneta al rey emérito aunque "un estornudo de Juan Carlos I valía más que todos sus discursos".

En voz alta se pregunta por tanto "quién se llevará las treinta monedas de plata" y adelanta que "hay otro aspirante a macho alfa, que se sienta en el Congreso" y que "sería el señalado para el papel de Judas".

A saber, "todo es relativo" y "Rufián se postula para el papel estelar. Otra cosa es que lo permita Sánchez o si preferirá asirse a Arrimadas" porque "solo puede quedar uno. Y si nos guiamos por la hemeroteca, el que siempre gana es Sánchez. Traición habrá, solo falta saber si quedará registrada en una tarjeta de móvil".