El 12-O mide la indignación popular con Sánchez y lleva el pánico a Moncloa

Vuelve el 12 de Octubre, Día de la Fiesta Nacional, y el tradicional desfile militar que es uno de los actos donde Pedro Sánchez suele recibir mayor contestación del público -los comentados pitidos-, esta vez además con la sombra de la amnistía y sus negociaciones con los independentistas planeando sobre Moncloa.

Un 12-O que llega además tras las manifestaciones de PP y Vox en Madrid y Barcelona contra los planes de Sánchez y su amnistía, y por tanto con buena parte de la calle con ganas de dejarle claro al presidente que no comparte sus acuerdos y cesiones para lograr repetir en el Gobierno. Y por si fuera poco, con el asunto del ataque a Israel provocando el blanqueamiento de Hamás por parte de los socios de Sánchez como cargos de Sumar.

Desde el Gobierno ya se preparan para un nuevo y sonoro abucheo a Pedro Sánchez, y por eso a muchos les ha llamado la atención el cambio de ubicación de la tribuna de autoridades, más alejado del público, aunque desde el Ministerio de Defensa se argumenta que “se debe a las obras realizadas a lo largo del Paseo de la Castellana”.

Sánchez se "cuela" en el gran día del Rey y Leonor y se hace protagonista en el Palacio Real

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha puesto la venda antes de la herida y ha advertido que “si hay abucheos a Sánchez el 12 de Octubre van contra quien preside el acto, el Rey y las Fuerzas Armadas”, y pedía al PP “no tener ningún tipo de condescendencia ni de contemplación” con los pitidos. Unas afirmaciones que intentan evitar esos abucheos y la diferencia con el rey Felipe VI, que se espera que sea una vez más aplaudido.

Un nuevo 12 de Octubre donde una vez más volverán a ser importantes las presencias, las ausencias y los corrillos, es decir, quien se junta con quien durante el desfile y posterior recepción del Palacio Real.

Ni Urkullu, ni Aragonés

Asistirán nueve presidentes autonómicos del PP y los tres del PSOE: Adrián Barbón (Asturias), María Chivite (Navarra) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), este último muy crítico con la amnistía, donde puede aprovechar para lanzar un dardo al líder de su partido.

Se espera también que vayan miembros del gobierno como Yolanda Díaz, que evitará el encuentro con Irene Montero al estar esta última en Chile pero no con Ione Belarra, que sigue exigiéndole presencia de Podemos. Díaz acude en un momento de escalada verbal contra Israel de los de Sumar que está provocando críticas al Gobierno. Los que ya han dicho que no aparecerán por Madrid son el vasco Íñigo Urkullu y el catalán Pere Aragonès, así como los representantes de partidos independentistas socios de Sánchez.

4.000 militares, 86 aeronaves y 142 vehículos

Los actos conmemorativos del Día de la Fiesta Nacional serán en la madrileña plaza de Neptuno, con la nueva ubicación para la tribuna de autoridades, y con un nuevo recorrido por el que desfilarán más de 4.000 militares. Además, la princesa Leonor, actualmente inmersa en su formación militar como dama cadete, acudirá de uniforme.

Los actos comenzarán a las 11.00 horas, con la llegada de los Reyes a la tribuna y Felipe VI pasará revista a las tropas. A continuación, tendrá lugar el salto de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire. Este año será la primera vez en la que una mujer paracaidista, la 'boina verde' María del Carmen Gómez Hurtado, salte con la bandera de España.

En el desfile aéreo participarán un total de 86 aeronaves, 57 aviones y 29 helicópteros, y en el desfile motorizado habrá 142 vehículos, 33 de ellos motos. Asimismo, desfilarán 210 caballos.

Además, en la parada militar participarán 4177 militares. De ellos, 291 lo harán el desfile aéreo, 3121 en el desfile a pie, 397 en el motorizado, 210 a caballo y 156 participarán en el arriado de la bandera.

Y como es tradición, desfilarán los miembros de la Legión, acompañados por la mascota que anualmente acapara todas las miradas, la cabra que recibe el nombre de Pacoli.