Irene Montero se achanta con Sánchez para evitar la expulsión de Podemos

El Gobierno lleva una semana convertido en un polvorín. Las críticas a Sánchez por parte de Podemos tras anunciar el envío de armas a Ucrania han arreciado sin parar, hasta Ione Belarra llegó a señalar al PSOE como "partido de la guerra", para luego desdecirse en boca de su portavoz, Isa Serra. Un enfrentamiento que ha dejado al descubierto la verdadera cara de un Gobierno en el que por un lado, Sánchez no tiene capacidad para decidir la composición de su Consejo de Ministros, pues tiene las manos atadas al ser elegidos por Podemos; y por otro, los morados no quieren perder su posición y, pese a no estar de acuerdo con las posturas del Ejecutivo, terminan por agarrarse al sillón.

Por ello, ahora, conscientes de que permanecer en estas condiciones dentro del Gobierno es inviable a largo plazo, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha escenificado a través de TVE una especie de reconciliación con Sánchez, respaldando la decisión sobre Ucrania, aunque, eso sí, sin compartirla. 

Belarra y Montero convierten el 8-M en una emboscada contra el "guerrero" Sánchez

 "El presidente sabe que puede contar con Podemos", ha dicho la ministra, aunque ha matizado que "hay cosas en las que pensamos diferente y eso es normal, es la primera vez que hay un gobierno de coalición. Eso enriquece el debate", ha asegurado.

Aun así, ha insistido, en su intento de suturar heridas, que "por encima de todo el presidente sabe que puede contar con Podemos", pues asegura que trabajan "juntas" para "parar los pies a Putin".

Liman asperezas con Yolanda Díaz

Además, al tiempo que intentaba evitar males mayores en el seno de la coalición que terminasen por dinamitarla, ha ahondado en esta labor, haciendo lo propio con la tercera en discordia, la vicepresidenta Yolanda Díaz, la única del espacio morado que desde el principio se había alineado con Sánchez. 

"Yolanda es nuestra candidata aunque pueda haber diferencias. No hay ninguna duda de que vamos a seguir trabajando. Nos hemos propuesto que por una vez haya una mujer presidenta", ha zanjado, consciente de que a día de hoy la ministra de Trabajo concentra más apoyos que cualquiera de los líderes morados, que cada día cuentan con menos respaldo entre los ciudadanos, dada su postura respecto a la guerra en Ucrania.

Montero: "Yolanda es nuestra candidata, aunque también podamos tener nuestras diferencias en momentos puntuales(...) Estamos a disposición, cuando acabe esta legislatura, de proponer que este país haya por primera vez una mujer presidenta"#LHIreneMonterohttps://t.co/GXJEXsaXHM pic.twitter.com/AbeQwP4F4V

— RTVE Noticias (@rtvenoticias) March 8, 2022

 Y es que, Podemos no romper con Sánchez; al igual que Sánchez tampoco puede hacerlo, ya que ambos se necesitan para mantenerse en el poder pese a que hay cada día más divisiones entre ambos sectores del Gobierno.

Precisamente uno de ellos se escenifica este 8M, con una inmensa fractura en el seno del movimiento feminista propiciado por las leyes que pretende imponer Irene Montero y que le supusieron en el pasado un enorme enfrentamiento con la exvicepresidenta Carmen Calvo.

Fractura en el feminismo

La 'Ley Trans' se ha convertido en una brecha entre el feminismo clásico abanderado por los socialistas y otro mucho más radical y sectario en manos de Podemos, y ha terminado desembocando en que este martes se celebrarán dos marchas paralelas.

Sin embargo, Montero hace oídos sordos y ha insistido en que  "el movimiento siempre ha debatido, cuando no estaba en el centro del debate público tampoco lo estaban sus debates. Por encima de todo hay una agenda compartida de derechos menstruales, de soluciones anticonceptivas, políticas públicas, conciliación, de erradicar todas las violencias, de soluciones anticonceptivas...", ha asegurado la ministra.

Por tanto, aunque las posiciones en el seno del Gobierno son distintas, ninguno de los dos actores de la coalición está dispuesto a perder su lugar. Ni Sánchez quiere eliminar a los morados de la ecuación, ni los morados, conscientes, por otra parte, de la necesidad del PSOE, pretenden salir pues en La Moncloa, parece que se vive bien.