| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Nadia Calviño
Pedro Sánchez y Nadia Calviño

El tsunami inflacionista sigue creciendo para engullir a familias y pymes

Los datos publicados por el INE son lapidarios, si se tienen en cuenta las bajadas de impuestos de la luz, la inflación se coloca por encima del 10%, lo nunca visto desde los años ochenta.

| Andrea Jiménez España

La inflación sin freno ha terminado por convertirse en un enorme tsunami que engulle todo lo que toca, haciendo que familias y empresas tengan cada vez menos posibilidades de llegar a final de mes. Los carburantes, la electricidad e incluso los alimentos básicos protagonizan una escalada de precios que según los datos del Instituto Nacional de Estadistica llegan ya al 9,8%, su tasa más alta en 37 años.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 3% en marzo en relación al mes anterior, un dato que coincide con las cifras avanzadas a finales del mes pasado por Estadística, por lo que el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva.

Según el INE, la subida interanual del IPC hasta el 9,8% se debe al repunte de los precios de la electricidad y del gasóleo para calefacción; al incremento de los precios de los carburantes para vehículos personales; al aumento de los precios de la restauración y los servicios de alojamiento, y al encarecimiento "generalizado" de los alimentos, especialmente del pescado y el marisco, de la carne, de las legumbres y hortalizas, y de la leche, el queso y los huevos.

Además, si no se tiene en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en marzo el 10,7%, nueve décimas más que la tasa general del 9,8%. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.

La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en marzo cuatro décimas, hasta el 3,4%, su valor más alto desde septiembre de 2008. De este modo, la subyacente se sitúa más de seis puntos por debajo de la tasa del IPC general.

Calefacción, luz, agua (68%) y alimentos básicos, como huevos y leche (11%) encabezan la subida de precios

Pero además, si se desgranan algunos de los bienes que más han subido de precios se dibuja un panorama complicado para las familias pues la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 68,3%.

También, los aceites y grasas han elevado sus precios un 32,1% y el transporte personal es un 19,3% más caro por el mayor coste de los carburantes. También registran alzas de dos dígitos los huevos y la leche (un 11% más caros que hace un año) y la carne de ovino y el pescado fresco y congelado, con repuntes del 10,1% en ambos casos.

Pero si se mira solo el detalle mensual, los datos no son más halagüeños, pues el IPC registró en marzo un incremento del 3% respecto a febrero, su mayor alza mensual en cualquier mes desde 2002, cuando se cambió la metodología de esta estadística para recoger mejor la evolución del mercado. Echando la vista más atrás, tomando series anteriores, el repunte mensual de marzo es el más elevado desde agosto de 1977.

Las familias ahorraron más para afrontar la crisis

Ante esta incertidumbre y a la vista de falta de medidas de Gobierno que permitan afrontar el alza de precios las familias han optado por ahorrar. Una medida que, aunque pueda parecer positiva, lo único que consigue es seguir paralizando la economía aún más.

De hecho, la riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) se situó en 1,92 billones de euros en 2021, lo que supone un aumento del 9,4% en tasa interanual, según las cuentas financieras publicadas por el Banco de España. Por contra, también se ha registrado un ligero aumento de la deuda de los hogares, aunque su peso sobre el PIB se moderó al 58,4% del PIB, frente al 62,4% de un año antes.

El saldo total de activos financieros -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- de los hogares e ISFLSH alcanzó en el cuarto trimestre niveles máximos de 2,69 billones de euros, un 7% más que un año antes y cifra equivalente al 223,7% del PIB.

Una muestra más de que las familias ya no confían en el Gobierno, sino que prefieren mantener a buen recaudo su dinero y aumentar sus ahorros para hacer frente a una espiral inflacionista que parece no tener fin, puesto que nadie le pone freno.