| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez, una investidura de espaldas a los españoles.
Sánchez, una investidura de espaldas a los españoles.

Sánchez: la investidura que nace de una gran estafa

El presidente supera lo insuperable. A estas alturas ya no puede decir nada que pueda abochornarnos más. Sujétame el cubata: voy a destejer el sistema democrático español.

| Antonio Martín Beaumont España

 

Entre un líder socialista encapsulado ante el malestar de la calle y un núcleo duro del PSOE capaz de envolverse en la misma amnistía que negaba con determinación hace apenas cuatro meses, la degradación de nuestra democracia marcha hacia límites que no era fácil imaginar.

Es lo que está ocurriendo en medio de la presión de los españoles, tan indignados como asustados con las cesiones de Sánchez a los independentistas. Indignación que se extiende por toda la judicatura y los altos funcionarios del Estado y que acabará desbordándose en el debate de investidura a través de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal.

La legislatura que le espera a Sánchez va a ser tortuosa e inestable. Y cargará en todo momento con la pesada mochila de haber dejado a la nación a los pies de los caballos. ¿Cuánto tiempo va a tardar en saltar el tablero político por los aires?

La reelección de Sánchez al frente de la presidencia del Gobierno nace de una gran estafa. Los acuerdos a los que ha llegado, humillantes, apuntan a que zozobrará más pronto que tarde. Pero es lo que ha elegido voluntariamente el secretario general del PSOE, sin importarle renegar de principios políticos básicos hasta el punto de degradar la arquitectura institucional y los cimientos del país, colocándolos en uno de sus momentos más críticos.

Nunca un presidente ha demostrado tanta falta de responsabilidad ni ha hecho tanto daño a los pilares de nuestra convivencia.

 

El fortísimo impacto de los tratos con el separatismo ha achicharrado el escaso crédito que le quedaba a Sánchez. Por mucho que intente envolverse en el victimismo y busque deslegitimar las protestas identificando al PP con derivas ultras. Allá él con sus oídos sordos.

 

 

Una mayoría social ha interiorizado que es más necesario que nunca salir a la calle en defensa de sus derechos, robados por el mandamás socialista para agarrarse a La Moncloa. El Gobierno apela falsamente al "interés general" para justificar ese salto al vacío que supone borrarle a sus socios delitos que van desde los actos de desobediencia y desordenes públicos y terrorismo hasta los de malversación y prevaricación. Es un suicidio y supone una cara dura que sonroja. El daño a España es terrible.

Sánchez "vende" que deja fuera los delitos de terrorismo, pero sólo es en casos de sentencia firme. Por tanto, abarca a los encausados de CDR y de Tsunami. Suma y sigue. La medida de gracia anula todas las consecuencias económicas investigadas por el Tribunal de Cuentas, suprime los antecedentes penales, incluidas las penas de inhabilitación como la de Oriol Junqueras, y deja sin efecto las órdenes nacionales e internacionales de busca y captura para beneficiar directamente a Carles Puigdemont. Una vergüenza sin límites.

El carpetazo al procés deja al PSOE como unas siglas vacías capaces de traicionar al Estado para abrazarse con sus enemigos.

No es raro, por ello, que el jefe de filas socialista se vea obligado a moverse blindado incluso para reunirse con su Ejecutiva Federal. Este lunes, Ferraz informó solo a posteriori de la presencia de Sánchez en el cuartel general del partido.

Pedro Sánchez, a partir de ahora, va a limitarse ya a hacer lo estrictamente necesario. Esa es su estrategia para resistir. No tiene otra. Con todo, la legislatura que le espera va a ser tortuosa e inestable. Y cargará en todo momento con la pesada mochila de haber dejado a la nación a los pies de los caballos. ¿Cuánto tiempo va a tardar en saltar el tablero político por los aires?