| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, a su llegada al aeropuerto de Ginebra en Suiza.
La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, a su llegada al aeropuerto de Ginebra en Suiza.

Puigdemont recela del CNI y su “monitorización” de las cumbres de Ginebra

El esperpento de la "recepción" mediática a Nogueras y Cerdán y la filtración del invitado salvadoreño despiertan las suscipacias entre junteros y socialistas.

| Javier Ruiz de Vergara España

Este pasado viernes, a su llegada a la terminal de acceso del aeropuerto de Ginebra, los portavoces de Junts y PSOE, Miriam Nogueras y Santos Cerdán, parecían sorprendidos al ser cazados por varios cámaras y periodistas. Más aún , un grupo de ciudadanos españoles abuchearon a la mano derecha de Carles Puigdemont.

El Centro Nacional de Inteligencia lleva tiempo activado ante el papel de su homólogo suizo. Porque el espionaje helvético aparece en el sumario que afecta al jefe de gabinete de Puigdemont, Jose Luis Alay.

 

No parecía una sorpresa dado que se conocía desde hace semanas el día y el lugar de la primera “cumbre” entre junteros y socialistas. Otra cosa es la filtración del nombre del mediador, el salvadoreño Francisco Galindo, que ha molestado entre ambos interlocutores.

 

El socialista Santos Cerdán, pillado in fraganti llegando a la reunión "secreta" de Ginebra.

 

Fuentes de Junts consultadas por ESdiario reconocen que en Waterloo “ni se fían del PSOE ni mucho menos del CNI”. Y se da por hecho que los servicios secretos españoles están vigilando de cerca las citas bilaterales surgidas del pacto de investidura.

Cabe recordar que en Ginebra cuenta La Casa desde hace tiempo con varios operativos desplegados ad hoc y encargados, entre otras cosas, de monitorizar los pasos de la números dos de ERC, Marta Rovira.

Pero hay aún más. El Centro Nacional de Inteligencia lleva tiempo activado ante el papel de su homólogo suizo. Porque el espionaje helvético aparece en el sumario que afecta al jefe de gabinete de Puigdemont, Jose Luis Alay. Y de varias pruebas conseguidas por la Guardia Civil se deduce que durante el procés, Puigdemont contó (y sigue contando) con la cobertura de los servicios secretos suizos.

A esto se suma, como prueba el otro sumario internacional del proces, el Voloh, sobre Junts planean también los “perejiles de todas las salsas”, los servicios secretos de Vladimir Putin, otra de las amistades peligrosas del fugado en Waterloo.

Así que ahora nadie se fía de nadie. Y con el CNI como uno de los objetivos preferentes de Junts y ERC tras el estallido del escándalo Pegasus, el entorno de Puigdemont está en estado de máxima alerta.