| 01 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pablo Iglesias en su recolecta para el proyecto mediático que está urdiendo.
Pablo Iglesias en su recolecta para el proyecto mediático que está urdiendo.

La última maniobra de Iglesias y sus intenciones ponen en guardia a Moncloa

Lo que esconde "Canal Red" : El PSOE se malicia que el exvicepresidente se mueve entre bambalinas y busca una derrota de la izquierda para impulsar su nuevo proyecto televisivo.

| Eloísa Sánchez Bolínaga España

Los últimos movimientos del exvicepresidente del Gobierno preocupan al Ejecutivo, que considera un “peligro” el comportamiento del ideólogo del sector morado que queda en el Gobierno. No faltan quienes observan con preocupación su deriva y han señalado que su intención sería maquiavélica.

La inquietud crece en Moncloa por las últimas actuaciones de Iglesias. La ley del sí es sí y el anuncio de un proyecto televisivo vinculado al empresario Jaume Roures han conseguido que en el círculo más cercano a Pedro Sánchez contemple con evidente preocupación a su exvicepresidente hasta el punto de que en las últimas semanas diversas fuentes vinculadas a los ámbitos socialistas han expresado sus dudas sobre lo que busca en realidad Iglesias.

 

La teoría que sostienen destacados miembros del PSOE es que Iglesias se ha enrocado en el “cuanto peor, mejor” para su nuevo proyecto. “Saben que están en el descuento, que Sánchez se los quitará de encima en cuanto pueda y que sólo están respaldados en dos ministerios, el de Igualdad y el de Derechos Sociales, porque Yolanda Díaz y Alberto Garzón no son de fiar y el de la cuota de los Comúnes ni está ni se le espera”, aseguran desde el entorno de Moncloa.

“Iglesias prefiere hundirse en el barro antes que tolerar algo que despunte y que no controle”, aseguran exmiembros de Podemos que conocen bien al líder en la sombra del partido.

En esa coyuntura, Iglesias y su ‘consejo de notables’ creen que se debe legislar a toda velocidad mientras se aguante en los ministerios y que desde éstos se deben tejer las relaciones necesarias para el día de mañana. Dicho de otro modo, en el PSOE creen que Iglesias está cavando trincheras para cuando vengan tiempos peores. Que vendrán, porque todos son conscientes que los sueldos y las colocaciones ministeriales tocarán a su fin.

Pero Iglesias, según barruntan en las filas socialistas, no vería con malos ojos esa salida del Gobierno siguiendo el viejo lema de “antes partido que doblado”, como han podido contemplar los cercanos a Yolanda Díaz, que llevan meses sufriendo los ataques -más o menos disimulados- del iglesismo. “Iglesias prefiere hundirse en el barro antes que tolerar algo que despunte y que no controle”, aseguran exmiembros de Podemos que conocen bien al líder en la sombra del partido.

El temor socialista es que Iglesias riegue a favor de la derrota electoral de la izquierda si no controla el resultado. En esa línea se enmarcan algunas de sus actuaciones en los últimos tiempos.

Un líder que en los últimos tiempos se ha quedado muy solo, con rupturas sorprendentes que le han enrocado más en su posición. “Ya sólo le queda Roures y lo que éste diga. Luego está Monedero, que sigue mangoneando, y luego el peldaño de abajo, los que saben que sí o sí están ligados a él por salario y porque no tienen a dónde ir, ni siquiera entre la izquierda más izquierda”, afirman.

“Es el búnker de la Cancillería, que les diría alguno de sus asesores de otros tiempos. Con tipos como Pablo Echenique, que ha pasado de alinearse con los ‘troscos’ contra Pablo a ser un bufón sin gracia e insultador profesional”, valoran.

Iglesias y su ‘consejo de notables’ creen que se debe legislar a toda velocidad mientras se aguante en los ministerios y que desde éstos se deben tejer las relaciones necesarias para el día de mañana.

Derecha en el Poder, abono para su proyecto

El temor socialista es que Iglesias riegue a favor de la derrota electoral de la izquierda si no controla el resultado. En esa línea se enmarcan algunas de sus actuaciones en los últimos tiempos. Tanto Ferraz como Moncloa han recibido las quejas discretas de algunos periodistas y medios de izquierdas que han visto cómo el exvicepresidente se lanzaba contra ellos, sobre todo entre aquellos en los que podía rascar fondos para su proyecto: “Ahora se entienden los ataques a ‘La Marea’, la campaña de desgaste contra Antonio Maestre, los zurriagazos a Eldiario.es, etc.”.

 

Iglesias y Roures, una "amenaza" latente para Moncloa, en guardia ante sus últimos movimientos.

 

El objetivo no era “destapar” a los “falsos” medios de izquierda sino arrebatarles suscriptores.
También a nivel político existen más cuestiones. Iglesias y su gente -según señalan desde el PSOE-, considerarían que si la derecha gana, esto beneficiaría su proyecto mediático presentándose como alternativa de oposición. Dicho de otro modo: contra el Poder, siempre mejor. Sobre todo cuando uno ya no forma parte de ese Poder.

Sin embargo, esa situación olvida el terrible desgaste de la marca Iglesias-Montero y, en general, el universo morado, envejecido y criticado por numerosos fundadores hasta convertirse en el nicho de una “izquierda trumpista” -como la ha calificado Ramón Espinar-, sin olvidar que el dúo -ya conocido entre esos entornos como los Kirchner- tiene cola para ajustarles las cuentas, empezando desde el propio PSOE.