Sánchez encara la campaña del 13-F de perfil tras su semana más "horribilis"

Pocos dudan en el PSOE que si Pedro Sánchez hubiera atado esta semana con sus socios la aprobación de su nueva reforma laboral, si hubiera logrado colarse en la videoconferencia europea de Joe Biden -la foto de las Azores de esta década-, y si hubiera comenzado a repartir a su antojo los millones de euros del rescate europeo con las comunidades y ayuntamientos asintiendo dóciles, el presidente hubiera abandonado este mismo viernes La Moncloa para instalar su cuartel general en Valladolid. O en León, Soria o Burgos...

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Pero acorralado por igual en los frentes nacional e internacional, Sánchez ha decidido hacer mutis por el foro, como se dice coloquialmente.

Los estrategas de La Moncloa, huérfanos de la luz que emanaba hasta junio Iván Redondo, han aconsejado al líder del PSOE "que no se moje", se ponga de perfil y aparezca lo menos posible -apenas cuatro visitas fugaces sin mezclarse con el pueblo llano- por la campaña de Castilla y León, que desembocará en la jornada de las urnas del 13 de febrero.

Sánchez no arropó a Tudanca en el pistoletazo de salida de la campaña y limitará su participación a cuatro actos en quince días.

Ha sido esta, sin duda, esa semana horribilis para Sánchez. Esquerra y PNV le han apretado como nunca y dejado al aire sus costuras. Biden le ha vuelto a dar un portazo, bajándole a la tierra y recordándole de facto quienes son para el resto del planeta sus compañeros -Podemos- de viaje por sus amistades internacionales peligrosas.

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Y Bruselas - como en Berlín y en La Haya- tienen ya la mosca detrás de la oreja sobre el destino que Sánchez está dando a los millones que llegan tras rascarse los bolsillos los europeos del norte. Como se encargó de recordarle a la cara hace una semana y en La Moncloa el mismísimo nuevo canciller alemán, Olaf Sholtz.

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Ya hace unos días, en su última entrevista radiofónica y sin sospechar los nuevos frentes que se le iban a abrir, Sánchez se puso la venda antes que la herida y advirtió que el 13-F, según él, tan solo se juega la composición del nuevo parlamento de Castilla y León sin mayor trascendencia nacional. Ya todas las encuestas adelantaban un nuevo fracaso del PSOE en las urnas.

Ahora, tras esta semana negra en Moncloa, Sánchez se pone de perfil. Eso sí, ha movilizado en rescate de su candidato Luis Tudanca al fiel Jose Félix Tezanos con un CIS a la medida del aspirante y a RTVE con un debate moderado por Xabier Fortes. Y al puñado de ministros que aún pueden dar la cara a pie de calle: Margarita Robles, Nadia Calviño y Luis Planas.