La dirección de los socialistas valencianos estalla contra los barones provinciales y avanza que modificará las candidaturas propuestas, en un tenso clima tras la debacle del 28M
La calma tensa que se había instalado en los socialistas valencianos tras la derrota en las municipales y autonómicas del 28 de mayo, calma obligada tras la convocatoria de las generales del 23 de julio que aplaza cualquier debate de sucesión de Ximo Puig y otros dirigentes del PSPV-PSOE, no ha durado ni una semana. La configuración de las listas para el 23J ha provocado la implosión del partido por intentar colocar cada uno a sus afines.
En concreto, las direcciones provinciales, especialmente la de Valencia -que dirige el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, el alcalde con más votos y que muchos sitúan en la carrera por suceder a Ximo Puig- y la de Alicante -que preside Alejandro Soler, persona más cercana a José Luis Ábalos-, han aprobado las listas para las generales del 23 de julio sin la opinión de Puig, lo que se ha considerado un pulso en toda regla por parte del sector ximista.
Pero Ximo Puig y los suyos no están dispuestos a que les hagan las cama y han lanzado su amenaza: no aceptan esas listas y van a introducir cambios para asegurarle puesto a los suyos, como a la todavía alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, que perdió el 28M y ha pedido una salida al Senado, pero el barón provincial de Castellón, Samuel Falomir, no la ha incluido.
Por tanto, se espera una ejecutiva del PSPV-PSOE a cara de perro entre Ximo Puig y sus tres barones provinciales. Los ximistas amenazan incluso con no aprobar la lista de diputados provinciales propuesta por Valencia, un golpe a Bielsa -al que los ximistas temen por su ambición de querer subir en el PSPV y postulares de sucesor- en la única institución, la Diputación de Valencia, que podrían presidir los socialistas -la derecha no suma mayoría y la izquierda está en negociaciones-.
Los barones provinciales, por su parte, replican que la potestad para elaborar las listas al Congreso y al Senado es suya -son listas por provincias- y que en caso de modificarse las candidaturas debería hacerlo Ferraz, quitándole la autoridad a Ximo Puig. A falta de ver como acaba la guerra, sólo se da por segura la presencia de la ministra Diana Morant encabezando la lista de Valencia, seguida de José Luis Ábalos de dos, ya que es orden de Ferraz. Lo demás, como la vuelta del veterano Ángel Franco al Senado por Alicante -otro punto de conflicto- queda a la espera de la guerra.