| 03 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en un acto de campaña en País Vasco
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en un acto de campaña en País Vasco

Sánchez afronta su primer "colorín colorado" en el 21A y Cataluña sentenciará

El objetivo del PSOE es pactar con el PNV tras las elecciones en el País Vasco pero temen no sumar mayoría absoluta. Y no solo a Bildu, Sánchez también puede 'enfadar' a Junts tras el 12M.

| Hugo Pereira España

El "colorín colorado" que pronunció hace unas semanas el secretario general de Junts, Jordi Turull, en advertencia velada a Pedro Sánchez, se ha convertido en la perfecta metáfora del riesgo que representan los tres comicios a los que el presidente del Gobierno se enfrenta.

Este domingo, 21 de abril, el Gobierno disputará la primera parada del vía crucis con las elecciones en el País Vasco, posteriormente vendrán los comicios catalanes, el 12 de mayo, y concluirán la agonía los socialistas el 9 de junio con las europeas. Y lo peor no serán, tan siquiera, los resultados -el PSC opta a ganar en Cataluña- sino las directas consecuencias que impactarán en el ya inestable Ejecutivo nacional: en el País Vasco es imposible que el PSE contente simultáneamente al PNV y a Bildu -ambos socios de Sánchez- en los pactos postelectorales; en Cataluña lo mismo sucederá con ERC y Junts; y en las europeas la arrolladora victoria que ya se le presagia al PP será interpretada como una victoria de Feijóo ante un Sánchez con palmaria fecha de caducidad. 

El presidente del Gobierno, en cualquier caso, es un experto en sobrevivir. Es evidente. Sin embargo, la continuidad en La Moncloa no depende de él: solo sus variopintos socios, con intereses contrapuestos y en notable pugna electoral, pueden otorgarle el beneplácito de la continuidad en el poder. Y no parece, para nada, un puzzle sencillo de encajar.

Si Sánchez lo necesita, "hará a Pello Otxandiano lehendakari"

Desde el PP no cesan en advertir que hay tres formas de votar a Bildu "la directa, que es coger la papeleta de Bildu; la encubierta, que es coger la del Partido Socialista; y la aplazada, que es votar al PNV", destacan. Y, ciertamente, la escenificación de ruptura con Bildu que el Gobierno y el PSOE han llevado a cabo estos últimos días de campaña la desmienten hasta ellos mismos. No es creíble.

Tal y como venimos informando estos días en ESdiario, más allá de tachar de "cobarde" y de antidemocráticas las declaraciones de Pello Otxandiano -el candidato de Bildu que se negó a calificar de terrorismo lo perpetrado por ETA-, todo seguirá igual como hasta ahora.

En este sentido, reconociendo fuentes muy solventes del Gobierno a este periódico que "estos posicionamientos de Bildu no son nuevos" y que "no se pueden consentir", confirman que "seguiremos buscando su apoyo para sacar adelante la legislatura" porque "somos conscientes de las sumas que hay en el Congreso", justifican los de Pedro Sánchez.

Ante este contexto de dimes y diretes electorales del PSOE y del Gobierno, fuentes muy solventes de Génova trasladan a ESdiario que "con la inestabilidad política que tiene el Gobierno de Pedro Sánchez, lo que vamos a ver en estas elecciones es cómo el PSOE se presenta por otras siglas distintas, de la misma manera que Ana Pontón fue la candidata de Pedro Sánchez en Galicia", aseguran.

Y recuerdan los mismos populares consultados que "por mucha moderación e indignación que quiera vender el PSOE frente al relato de Bildu ahora, tenemos absolutamente claro que si lo necesitan, harán a Otxandiano lehendakari de la misma manera que ya apoyaron la moción de censura de Asirón en Navarra. Su relato tiene la misma estabilidad que su gobierno, que es ninguna", sentencian.

El PSOE buscará apoyos "debajo de las piedras" 

Por su parte, desde el PSOE son conscientes de las dificultades que se le vienen encima. Y aunque el objetivo es, aseguran a ESdiario fuentes solventes del PSOE, "seguir siendo el partido central de la política vasca y seguir condicionando las principales políticas que benefician a la gente en Euskadi" reconocen que les hará falta"buscar votos debajo de las piedras para subir las pensiones o el salario mínimo". Además, que la dificultad se incrementará tras, primero, los comicios vascos y, seguidamente, los catalanes, es netamente innegable.

Y la estrategia que siguen -y seguirán- los socialista para difuminar tal inestabilidad está carente de originalidad: atacar al PP. "El PP ha hecho durante la campaña de las vascas casi más actos en Cataluña que en Euskadi" y que "Feijóo ha querido pasar desapercibido en Euskadi porque el cambio de ciclo del que hablaba en Galicia va a gripar el motor el próximo domingo", son las principales conclusiones que fuentes de Ferraz arrojan a este periódico al reclamar su balance de la campaña electoral vasca.