La mano de Iglesias en Podemos pervivirá con el mando de Montero en la sombra

Ione Belarra será la número uno sobre el papel de Podemos, pero la sombra de Pablo Iglesias será como la del ciprés: alargada, muy alargada, pese a que ni siquiera se dejará ver en la Asamblea y a los mensajes de su sucesora que apuntan a una limpieza de caras que puede llevarse por delante hasta a Pablo Echenique.

Tanto como para penar que el partido, de algún modo, seguirá en sus manos o al menos ubicado en sus ideas: la número dos será Irene Montero y la jefa nominal es deudora, en todo, de la pareja de dirigentes que ha marcado el ritmo en la formación en el último lustro.

La actual ministra de Asuntos Sociales quedará de algún modo intervenida, con una dirección "matriarcal" copada también por la huella del pablismo que elevará a seis mujeres a las seis primeras posiciones de la lista encabezada por Belarra para medirse en unas Primarias con rivales nominales sin ninguna posibilidad de éxito.

Bajo el lema "Crecer", Belarra encabeza una lista copada por mujeres pablistas que, como en el Gatopardo, parecen cambiarlo todo para que todo siga igual: tras las dos ministras, aparecen  Noelia Vera, Isa Serra, Idoia Villanueva y Alejandra Jacinto.

Baño de masas

Podemos quiere presentar ese "cambio" con un baño de masas en Vistalegre. Quiere escenificar que la salida de Pablo Iglesias no ha supuesto un golpe para la formación, sino todo lo contrario, pretende que su cuarta Asamblea Ciudadana, de la que saldrá su nuevo líder, sea una demostración de fuerza, para que Ione Belarra, la sucesora designada de Iglesia, se corone, si así lo deciden los inscritos.

El cierre del congreso morado, del que también saldrá el Consejo Ciudadano estatal de la formación se celebra de manera presencial en Madrid este fin de semana completo, pese a que la pandemia aún sigue azotando con fuerza.

Ione Belarra se propone acabar con el Podemos cuartelario de Iglesias

Podemos organizará un encuentro con la militancia en el que discurrirán diferentes actividades durante todo el día del sábado y la mañana del domingo, aunque han apostillado que  "cumplirán las medidas sanitarias necesarias y que se ajustará a la situación epidemiológica del momento".

Según la formación buscan crear un "espacio de encuentro, reflexión para profundizar y compartir en el camino de seguir" siendo la "alternativa que empuja el proceso democrático de cambio en el país".

Así, Podemos pretende escenificar el respaldo de la militancia al proyecto del partido una vez que Iglesias ha abandonado la formación tras el desastre electoral de Madrid que le llevó a dejar todos sus cargos en el partido.

Ione Belarra, la sucesora designada por Iglesias

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, parte como principal aspirante a suceder a Pablo Iglesias en la Secretaría General de Podemos, y su candidatura está respaldada por los principales dirigentes de la formación, por lo que todo apunta a que será ella la elegida y esta maniobra pretende dotar de mucha más legitimidad si cabe a la sucesión designada directamente por el exvicepresidente.

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Aparte de la ministra, han registrado también su precandidatura el concejal en la localidad de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) Esteban Tettamanti y el militante crítico Fernando Barredo, que ya se presentó como rival de Iglesias en Vistalegre III. Otros aspirantes son Rubén Sánchez, Rafael Garde, José María Amenábar y Emilio García Palacios.

Además y una vez publicadas ayer en la web las precandidaturas, Podemos abrió desde el viernes hasta el 25 de mayo (ambos inclusive) el periodo para que los precandidatos puedan recibir avales entre las bases de la organización. Cada uno de ellos debe obligatoriamente conseguir al menos 500 avales de personas inscritas, y 300 quienes optan al Consejo Ciudadano por esta vía.

El futuro de Yolanda Díaz

Lo cierto es que todo está preparado para un "paseo militar" de Belarra y Montero que deja fuera el tercer nombre, y quizá el más importante de todos: Yolanda Díaz, vicepresidenta tercera, no es de Podemos. Y nadie ha intentado o conseguido que se afilie al partido.

Elegida para ser la candidata en unas Elecciones Generales, su papel no parece sencillo: ser el reclamo en las urnas de un partido que no controla para dirigir un grupo parlamentario cuya composición no elegirá. Quizá por eso ella misma ha enfriado su papel y, de momento, ha insistido en que "solo" es ministra y miembro del Gobierno.