La Iglesia se prepara para elegir al nuevo Papa: el cónclave arranca el 7 de mayo

La elección se produce tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril, y después de los nueve días de luto oficial. El funeral del pontífice, celebrado el 26 de abril, congregó a más de 400.000 fieles.

Participarán 133 cardenales con derecho a voto, quienes estarán incomunicados durante el cónclave y realizarán hasta cuatro votaciones diarias hasta alcanzar un consenso de dos tercios. La fumata blanca indicará la elección del nuevo papa, mientras que la fumata negra mostrará que aún no se ha alcanzado una decisión.

Este cónclave destaca por la diversidad de sus participantes, con cardenales provenientes de 71 países, reflejando la universalidad de la Iglesia católica. Además, el 80% de los cardenales votantes fueron designados por el papa Francisco, lo que podría influir en la continuidad de su legado.

Entre los temas discutidos en las congregaciones generales previas al cónclave se encuentran la evangelización, las relaciones interreligiosas y los abusos dentro de la Iglesia. La posible participación del cardenal Angelo Becciu, condenado por fraude, ha generado controversia, aunque su habilitación para votar aún no ha sido confirmada.

La Capilla Sixtina ha sido cerrada al público para preparar el cónclave, que combinará rituales centenarios con medidas modernas de seguridad para garantizar la confidencialidad del proceso.

La elección del nuevo papa se produce en un momento crucial para la Iglesia católica, que enfrenta desafíos como los escándalos de abusos sexuales, preocupaciones financieras y llamados a la modernización. El resultado del cónclave definirá el rumbo de la Iglesia en los próximos años.