Volkswagen invierte 5.000 millones de euros en una fábrica de baterías en Cánada

El grupo Volkswagen invertirá 7.000 millones de dólares canadienses, unos 4.700 millones de euros al cambio actual, hasta 2030 en la construcción en Ontario (Canadá) de su primera gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos fuera de Europa, una decisión que se enmarca en su estrategia de crecimiento en Norteamérica, según ha informado en un comunicado. 
 
Se estima que la nueva planta generará en torno a 3.000 puestos de trabajo altamente cualificados y decenas de miles de empleos indirectos en la región, según ha detallado la compañía, que también estima que la factoría tendrá una capacidad anual de producción de 90 gigavatios hora. 
 
"Cuando hablamos de nuestro plan en Canadá, estamos hablando de crear buenos empleos para la clase media ahora y en el futuro, de aire limpio para nuestros hijos y nietos y de una economía fuerte que funciona para todos los canadienses”, ha subrayado el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. 

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Volkswagen desarrollará este proyecto a través de PowerCo, su filial de baterías y que también está al frente de la fábrica que la compañía instalará en Sagunto (Valencia). El objetivo es que la planta canadiense esté finalizada el año que viene y comience a producir en 2027. 
 
La de Canadá será la tercera planta de baterías en propiedad de PowerCo en todo el mundo tras las de Salzgitter (Alemania) y Sagunto (Valencia) y su producción se destinará a los vehículos 100% eléctricos de la marca en Norteamérica. No obstante, Volkswagen tiene otra planta en Skellefte (Suecia) en colaboración con Nothvolt. 
 
"Norteamérica juega un papel clave en nuestra estrategia global de baterías. La región se convertirá en el segundo pilar de PowerCo junto a Europa, con celdas de batería fabricadas en Norteamérica para Norteamérica", ha valorado por su parte el responsable del área de Tecnología del grupo Volkswagen, Thomas Schmall. 
 
Volkswagen también ha destacado que la decisión de ubicar esta nueva fábrica en Canadá se debe, entre otros factores, a la capacidad de suministro local de materias primas y también a un amplio acceso a energía limpia.