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Hacienda devolvió 563.000 euros al novio de Ayuso para denunciarlo por 350.000

El Gobierno rechazó su pago para regularizar y dinamitó todo pacto. Rompía su foto delictiva

Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid

Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de MadridAlberto Gardin

Francisco Mercado
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22 de mayo de 2022. "Feijóo y Ayuso unen sus acentos distintos para expulsar a Sánchez" titula El Mundo. "Feijóo y Ayuso, un pacto de no agresión para intentar multiplicar el poder del PP", remata EL PAIS. Sánchez siente amenaza.

Diez días antes Hacienda empieza a investigar al novio de Ayuso por presunto delito fiscal. Afectará a dos ejercicios.

El ejercicio de 2020 vence el 26 de julio de 2021. Hacienda no emite reproche oficial hasta el 12 mayo de 2022.

El segundo ejercicio (2021) está a punto de expirar. Tres meses para corregir/presentar datos. Y luego otro cepo se cierra.

Hacienda conoce las irregularidades de la empresa del novio desde febrero de 2021. Un mes después de que trascienda quién es su pareja: Díaz-Ayuso.

Declara pagos que el receptor no declara. Salta la alarma fiscal. Y vuelve a sonar en febrero de 2022. Más pagos dudosos. Hacienda no los destapa en inspección rutinaria. Va a tiro hecho año y medio después.

A diferencia del caso de Monedero, ni la prensa alerta al investigado ni se esfuma el novio para paralizar la inspección.

Hacienda debe notificar su inspección por fraude. Mientras no lo haga se puede regularizar. El 28 de octubre de 2022 abre la segunda inspección (ejercicio de 2021).

González Amador abona 633.000 euros en su declaración de 2022 para compensar los 350.000 defraudados. En 2021 pagó sólo 9.000 con mayor facturación.

El fisco lo rechaza como regularización. Durante 180 días Hacienda debe al novio 552.000 euros mientras él adeuda al fisco 350.000. 

Hacienda alega que no usa la vía correcta. Una complementaria de 2021 previa a la inspección. Cierra todas sus salidas: delinque cuando impaga y falla cuando paga.

Y se los devuelve -salvo 77.000 euros del impuesto correcto de 2022- más 11.000 por demora. En suma, Hacienda renuncia a 563.000 euros para acusarlo por 350.000.

El fisco se los retorna el 22 de enero de 2024. Al día siguiente lo denuncia por fraude. Ajusta la foto. Cuesta llamar delincuente a un acreedor.

23 de enero de 2024. Hacienda, año y medio después de iniciar sus pesquisas, acusa al novio ante la Fiscalía de dos delitos tributarios.

Empieza el vértigo de fiscalía. Ese día abre su investigación. Dos semanas después, 7 de febrero, la concluye.

Cinco días antes recibe una petición de pacto del abogado del novio. El 12 de febrero fiscalía dice que admitiría un pacto, pero al día siguiente lo denuncia a la justicia. Y abre una guerra mediática que dificulta todo pacto.

Fiscales, inspectores tributarios y abogados recuerdan que siempre buscan la reparación del daño económico, no la condena.

Priorizan el pacto para facilitar el pago y la reducción de pena. "Todos los defraudadores deben admitir su fraude para pactar, pero no se difunde por fiscalía".

Explican esta dureza."La proclividad de la fiscalía al pacto salta por los aires ante el interés político de Moncloa. Ni fiscalía ni Abogacía del Estado quieren pacto. Sus jefes toman las riendas".

Y nada mejor para dinamitar el pacto que filtrar mails privados del novio. Y aventar que si pide pacto es un delincuente.

Se busca el castigo mediático. En 2024 fiscalía registra 849 millones defraudados por 157 contribuyentes. Ignoramos sus nombres. Salvo el de González Amador.

Lejos de denunciarlo primero por un delito del ejercicio de 2020, Hacienda espera a que consume en 2022 el segundo (ejercicio de 2021). Dobla la acusación que Moncloa airea dos años después. 

Nada es azar. En mayo de 2022 investiga la contabilidad de 2020 del novio. Pero sabe sus irregularidades desde febrero de 2021.

Inspecciona en octubre de 2022 presuntos delitos de 2021. Pero los conoce desde febrero de 2022. Hacienda madura cada zarpazo.

Llega la segunda ofensiva. García Ortiz pide que le remitan el expediente del novio de Ayuso a horas intempestivas, dignas de redada yihadista. Nocturnidad y alevosía.

Pero no a cualquier mail. Al privado. No es bonito que un fiscal general deje pruebas. Después lo publica la prensa. Primero versión escrita, luego documental.

Moncloa y Ferraz presionan a Lobato, portavoz socialista madrileño, para que exhiba ante Ayuso el mail del abogado del novio pidiendo pacto fiscal. Moncloa se lo envía.

Lobato pide que primero lo publique la prensa para que no parezca que se lo filtra fiscalía. Moncloa activa su brazo mediático.

Y se publica a la hora precisa. Ningún periodista acredita tenerlo antes que García Ortiz, dice el juez.

Lobato lo usa. Pero revienta el watergate. Guarda mensajes que criminalizan a Moncloa.

El juez dice que fiscalía envía a Moncloa el mail porque Lobato lo recibe de Moncloa. Y se filtra tras recibirlo el fiscal general.

Luego borra mensajes y cambia de móvil. Lo propio de un fiscal inocente.

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