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GASTO EN DEFENSA

Feijóo llega a Moncloa pero no para ser el salvavidas de Sánchez

Salvaguardar nuestra seguridad sí, salvar a Sánchez del rechazo de sus socios a más gasto militar, no. El líder del PP hurga en la herida y pone condiciones. Puesta en escena milimétrica y le aconsejan que ni siquiera comparezca tras el ninguneo de dedicarle exactamente el mismo tiempo que a sus socios.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras ser investido.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras ser investido.EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

Marta Gómez Montero
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Alberto Núñez Feijóo llega este viernes a Moncloa con un enfado monumental después de que este miércoles se haya conocido por la agenda del Gobierno que Pedro Sánchez va a dedicar a Feijóo exactamente el mismo tiempo que al resto de los grupos, incluido Bildu y cada partido que forma parte del grupo mixto. Media hora entre cada reunión. Así es la agenda para este apretado viernes.

  • 10:00 horas.- Alberto Núñez Feijóo (PP)
  • 10:30 horas.- Gabriel Rufián (ERC)
  • 11:00 horas.- Míriam Nogueras (Junts)
  • (Receso)
  • 12:00 horas.- Mertxe Aizpurua (EH Bildu)
  • 12:30 horas.- Aitor Esteban (PNV)
  • (Receso)
  • 15:00 horas.- Ione Belarra (Podemos)
  • 15:30 horas.- Néstor Rego (BNG)
  • 16:00 horas.- Cristina Valido (Coalición Canaria)
  • 16:30 horas.- Alberto Catalán (UPN)

Así las cosas, el líder del PP llega a Moncloa con un "apoyo de entrada, no" en esta partida de póker entre Sánchez y Feijóo en la que ninguno va a enseñar sus cartas. Como anticipo el líder del PP "no se va a andar con paños calientes" y va a hurgar en la debilidad del presidente del Gobierno: "en cualquier otro país de nuestro entorno con el Gobierno dividido, sin apoyos de tus socios y sin presupuestos, se convocarían elecciones".

En este contexto, Feijóo se quiere situar en una posición de fuerza y desde el mismo momento en que ponga un pie en el Palacio de la Moncloa, va a marcar distancias con Sánchez y con un "Gobierno que no se pone de acuerdo ni consigo mismo". De hecho, entre las sugerencias que ha escuchado estos días está la de que ni siquiera comparezca en Moncloa al finalizar el encuentro.

En las horas previas a este cara a cara los populares también han denunciado que Feijóo ha entrado en el Palacio de la Moncloa sin información de los planes de Sánchez - "si es que los tiene" ironizan los populares - e incluyéndole al mismo nivel en esa ronda con sus mal llamados socios para camuflar la dependencia que tiene de los votos del PP.

Un ninguneo que Núñez Feijóo le va a devolver con creces. El líder del PP considera que la situación es de tal gravedad que Pedro Sánchez debe "dejarse de trampas, de chantajes y de tratar de esquivar una "imprescindible" votación en el Parlamento" sobre el incremento del gasto en defensa y el eventual envío de tropas a Ucrania. Condición sine que nos para cualquier apoyo.

Feijóo pretende que se cueza en su propia salsa con un Gobierno dividido - aunque nadie duda de que Yolanda Díaz va a seguir aferrada a la vicepresidencia - y unos socios que rechazan frontalmente el incremento del gasto militar y que, como Podemos, tiene vendettas pendientes.

Todos ellos se tendrán que retratar en una votación en el Congreso que el PP quiere forzar para antes de que se celebre el Consejo Europeo del próximo 21 de marzo. Los populares se van a encargar de que el eco esa votación, así como la posición pro-Putin por ejemplo de Podemos, llegue a Bruselas.

Con estos mimbres, Feijóo está persuadido de que Sánchez va a intentar a toda costa eludir el control del Parlamento para no tener que pedirle ayuda y el líder del PP no está dispuesto a dársela si no se la solicita. De hecho, Sánchez está buscando todo tipo de subterfugios extra parlamentarios para no rendirse a la evidencia de que necesita al Partido Popular para cumplir su compromiso con la Bruselas.

Su "amiga" Von der Leyen le complica el plan y pide árnica a Nadia Calviño

En las horas previas a este encuentro su antes aliada Ursula Von der Leyen le ha echado todo un jarro de agua fría al exigir a los Estados miembros que el gasto en defensa supere el 3% del PIB y no el 2 al que se aferraba el Gobierno. Una cantidad tan ingente de dinero, más de 50.000 millones de euros, que es prácticamente imposible que no pase por el Parlamento.

Pedro Sánchez y Ursula Von der Leyen.Nicolas Landemard

Por eso Sánchez ha dedicado las últimas horas a buscar aliados en Europa que defiendan que sea la UE la que cargue con buena parte de este gasto con subsidios a fondo perdido. La Comisión Europea le ha venido a decir que va listo y que el principal gasto inversor lo tiene que hacer cada país.

Por eso Sánchez ha terminado su periplo reuniéndose con su ex vicepresidenta y a la que colocó en el Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, para ver si de ahí puede rascar algo de presupuesto. Pero el gasto es tan ingente que parece inevitable que tenga que acabar mirando al Partido Popular. Parafraseando lo que le digo en su día Rajoy a Zapatero: "cuando la fiesta se acabe y se apaguen las luces, el único que estará seré yo". Feijóo no se lo piensa poner nada fácil.

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