Reparto de menores inmigrantes
Cargos del PSOE reconocen una "contradicción" en el pacto del Gobierno con Junts en inmigración
En el seno del PSOE está emergiendo un cisma, más allá de la habitual ala crítica con Sánchez encabezada por García-Page, que no ve con buenos ojos los acuerdos del Gobierno con Junts en materia de inmigración. Más aún, cargos socialistas consultados lo ven como un problema estratégico a medio plazo.
Pedro Sánchez saluda a Miriam Nogueras, portavoz de Junts, antes de reunirse en Moncloa.
El Gobierno de Pedro Sánchez, tras haber pactado recientemente con Junts la delegación de competencias migratorias a Cataluña, ha alcanzado un nuevo acuerdo con el partido de Carles Puigdemont para acometer el reparto de los menores extranjeros (MENA). Y según ratifican fuentes de Junts a este periódico, con tal pacto, Cataluña recibirá entre “20 y 30” menores. Un dato evidentemente muy bajo en comparación con otras comunidades: desde el Ejecutivo, por su parte, explican que el reparto sigue “estrictos criterios” como el de población, la capacidad para atender en los centros a los MENA o cuántos menores ya se están acogiendo en cada región, entre otros.
Pese a todo, las comunidades gobernadas por el Partido Popular -la mayoría- ya han elevado la voz contra lo que consideran un total agravio y, advierten al Gobierno, que si no cuentan con los recursos necesarios para atender a los menores, no los acogerán. Más aún, desde el PP llevan tiempo exigiendo al Gobierno alcanzar un acuerdo de reparto de los MENA en el que, además, se incluyan recursos del Ejecutivo central a las CCAA para su correcta atención.
El Gobierno pacta con Junts: un partido con posiciones ultras en inmigración
Más allá de la letra pequeña de un acuerdo que todavía debe estudiarse con detenimiento cuando se conozca en su totalidad, un hecho ya está sobre la mesa: el Gobierno de Pedro Sánchez ha pactado relevantes cuestiones de inmigración con Junts, un partido que mantiene un discurso altamente similar al de Vox.
Más allá del reciente y polémico "si no hay catalán, no se van a dar los papeles" de Junts, el propio Jordi Turull -secretario general del partido- habló de "autóctonos" frente a migrantes o, yendo un paso más, vinculó la inmigración con la delincuencia como argumento para proceder a la "expulsión" -porque "se les puede echar", aseveró- de los multirreincidentes. En suma, Junts copia el discurso de Vox en inmigración, que perfectamente se puede catalogar de poseer tintes claramente xenófobos.
Los dirigentes de Junts Laura Borràs, Jordi Turull, Carles Puigdemont y Miriam Nogueras.
Por ello, cargos solventes del PSOE consultados por este periódico ven una total "contradicción" el defender valores socialistas de acogida y pactar, al mismo tiempo, asuntos migratorios con Junts, una fuerza política que defiende postulados de extrema derecha. "Pues no me gusta nada que se pacte inmigración con Junts, la verdad", llegó a afirmar -este martes- a ESdiario un conocido socialista habitualmente no crítico con Pedro Sánchez.
El acuerdo Gobierno-Junts en inmigración: un problema a medio plazo
No solo una contradicción, también un problema. Así lo ven los mismos cargos del PSOE consultados en una notable discrepancia con Sánchez. Y es que han fiado su discurso de inmigración a un partido político, Junts, que es incontrolable en sus declaraciones públicas.
En otras palabras, si de ahora en adelante los de Puigdemont hacen nuevas -y más graves- declaraciones bien con tintes xenófobos o bien bajo postulados de extrema derecha en temas de inmigración, impactará en un Gobierno y en un PSOE que ha acordado, precisamente, asuntos migratorios con Junts. Y eso, desde luego, representa todo un riesgo discursivo y estratégico para los socialistas.