David Sánchez prefiere callar para no meter más la pata y las explicaciones de su abogado no convencen a nadie

El hermano de Pedro Sánchez, David Sánchez Pérez-Castejón, se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, donde se investiga su contratación como responsable de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación. Una decisión que no hace más que reforzar las sospechas sobre si obtuvo el cargo por méritos propios o por ser “el hermano de”.

Cabe recordar que esta segunda comparecencia ha sido convocada por la magistrada Beatriz Biedma a raíz de las numerosas novedades sobre el caso durante las últimas semanas. Por ejemplo, correos que por las fechas demuestran que sabía que la plaza era para él, conversaciones con agencias inmobiliarias para buscar piso en Badajoz antes de que saliera incluso la convocatoria pública o el intercambio de mensajes entre directores de conservatorios que hablaban del "hermanísimo" y también daban a entender que la plaza ya llevaba nombre.

La estrategia de la defensa del hermano de Sánchez ha cambiado tras su desastrosa primera declaración, en la que quedó realmente mal y solo hizo que aumentar las sospechas. En esta ocasión (la segunda) no ha respondido a las preguntas de la juez y solo ha contestado a las preparadas por su abogado, Emilio Cortés.

Este mismo ha sido el que a la salida de los juzgados ha confirmado que su cliente está en su derecho constitucional de guardar silencio y ha añadido que espera que el caso no derive en juicio oral porque, según él, “no hay absolutamente nada” que lo incrimine. Sin embargo, las pruebas documentales, los correos electrónicos y el contexto de su nombramiento siembran dudas difíciles de disipar. Son pruebas contra palabras.

También ha declarado el exasesor de Moncloa, Luis Carrero, que ha seguido la misma estrategia que su "hermanito". Así lo llamaba en ese sospechoso correo en el que le ofrecía una propuesta para un proyecto de música en el extranjero a David Sánchez y meses después acabaría contratado también en la Diputación.

Uno de los puntos más llamativos que intenta justificar la defensa es ese correo electrónico en el que el exasesor de Moncloa se refiere a David Sánchez con ese apelativo tan cariñoso. Lejos de tratarse de una coincidencia trivial, la expresión plantea una posible cercanía que puede haber influido en que Carrero acabara trabajando mano a mano con David Sánchez. El abogado ha intentado minimizar estas pruebas, afirmando que ambos compartían un amigo común y que se trataba solo de una forma “anecdótica” de dirigirse entre ellos.

Sobre la existencia de una conversación por correo acerca de la plaza que finalmente ocupó Sánchez y que daba por hecha su contratación antes de que la plaza saliera, Cortés ha dicho que se trató de una “disfunción”, alegando un malentendido en las fechas de aprobación del puesto. Concretamente ha señalado que "fue una disfunción", debido a un error en la fecha de aprobación de la plaza y "él entendió que la plaza ya estaba conseguida".

Respecto a la implicación de Sánchez en la contratación de Carrero, el abogado ha negado cualquier tipo de intervención. “Carrero no es músico, así que es imposible que haga música”, ha Cortés, en una defensa que parece rozar el absurdo, ya que, aunque no haga música directamente, acabó en un puesto (de nueva creación) relacionado con el departamento que dirigía David sánchez.

Cristina Frutos, una de las 11 personas que se presentaron al mismo puesto: "No hubo igualdad"

A todo esto hay que añadir la declaración de Cristina Frutos, una de las 11 personas que se presentaron a la selección para el puesto que acabó ocupando el hermano de Pedro Sánchez. Esta músico concedió una entrevista a El Confidencial donde aseguraba que estaba convencida de perder la plaza porque "me dijeron que era suya", en referencia al "hermanísimo". Versión que ha confirmado este viernes ante la jueza, añadiendo que otros candidatos también lo comentaron y que "no hubo igualdad de oportunidades en el proceso".