| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La isla "fantasma" de Japón que atrae a cientos de turistas amantes del misterio

Su aspecto fantasmagórico y un tanto surealista la ha convertido además en escenario de numerosas películas

| E.V. Ocio

Hashima no es solo una de las 14.125 islas que componen el archipiélago de Japón. Ni siquiera es una más de esa mayoría que permanecen desiertas. Y es que su historia es realmente curiosa.

A finales del siglo XIX se descubrió que este pequeño pedazo de tierra de apenas 6 hectáreas de extensión era muy rica en yacimientos submarinos de carbón, algo que llamó la atención de la corporación Mitsubishi que rápidamente comenzó a reclutar a mineros que se trasladaron a allí a vivir, para lo cual la compañía construyó decenas de edificios.

En 1930 había más de treinta edificios de apartamentos en un diámetro de 1,5 kilómetros cuadrados, y a principios de la década de los 40 del siglo pasado, la isla producía cerca del medio millón de toneladas de carbón y tenía más de 6.000 habitantes, convirtiendo Hashima en uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo.

 

Sin embargo, llegó un momento en el que el carbón se agotó, y eso unido a la durísima climatología de la isla, expuesta constantemente a tifones, hizo que su población la fuera abandonando hasta quedar completamente inhabitada. 

Durante más de tres décadas, Hashima fue degradándose. Sin habitantes, animales ni una flora espectacular, los edificios se fueron degradando por su exposición a la salinidad y a los diversos fenómenos climáticos hasta convertirse en esqueletos fantasmagóricos de lo que un día fue un lugar repleto de vida. Y así estuvo durante varias décadas hasta que el auge del turismo “de misterio” ha convertido a esta pequeña isla en un lugar al que acuden cientos de personas cada año que aseguran que el lugar realmente impresiona por su aspecto un tanto inquietante. Tanto es así que el cine ha utilizado Hashima como escenario de películas tan conocidas como Skyfall,  la vigesimotercera película de James Bond protagonizada por Daniel Craig y  en la que el malo malísimo es Javier Bardem.