El 8M y la hipnosis colectiva
La psicóloga se distancia de este 8M, dirige un dardo a las periodistas en huelga y defiende el trabajo en equipo entre hombres y mujeres en este artículo fuera de su línea habitual.
Soy mujer y tanto o más que nadie lucho por la igualdad y el respeto al ser humano, hombre o mujer. El 8 de marzo era, esencialmente, el día de la mujer trabajadora, de su incorporación a la vida laboral, muy lejos del bochornoso tinte político de la sociedad actual, aprovechando el poder mediático de los medios que se unen a este carnaval feminista.
Como dicen respetar la libertad inherente a la mujer, yo difiero porque amo la libertad y no las presiones y manipulaciones. Presentadoras de medios, con una vida más que resuelta, siendo abanderadas de algo que no representa a muchas mujeres sino a un pseudofeminismo que manipula y condena al hombre.
Anticapitalismo y patriarcado, palabras que las definen claramente. Lucho día a día como mujer razonando y debatiendo con el hombre en mi equipo, con todos y cada uno de mis artículos dando voz al que no la tiene y fomentando un auténtico equilibrio sin distinción entre sexo, raza ni edad.
Derechos y deberes
Mi padre me enseñó a ver al ser humano, con igualdad de derechos y deberes. He visto estos días a estos partidos que todos conocemos y que sólo desean la provocación, convencer a los mayores para que vayan a una manifestación porque por ellos les subirían las pensiones. Las abuelas manipuladas afirmando ellas iban porque sólo han trabajado en su casa y no disponen de una vida laboral. Tendrían que empezar por una preparación y, de este modo, aspirar a desempeñar una actividad.
Las periodistas por la igualdad, acomodadas, deberían parar para que se desterrara el morbo de los programas
He visto pagar copas a chicas a condición de que fuesen a una manifestación . Y, como psicólogo, veo la fuerza que da el gregarismo en una especie de control mental o hipnosis colectiva. Voy pero no sé a donde voy. Recuerdo a Barrabás y a Jesús de Nazaret, y ya saben que la masa enfervorizada condenó a Cristo.
Sin los medios esto no tendría la mínima cobertura ni se confundiría a la gente. Pararon las periodistas por la igualdad. Deberían parar para que las televisiones destierren el morbo y el nulo respeto a la intimidad y por tener colaboradores profesionales y no inexpertos ocupando el lugar de los que verdaderamente disponen de aptitudes.
En equipo
Hay algo muy claro y es que los puestos de trabajo no son en función del sexo sino de las aptitudes o capacidades. Un cirujano tiene en sus manos la vida de alguien igual que un piloto y no se puede afirmar que hay mas o menos mujeres que hombres.
Las mujeres demostramos nuestro valor estudiando continuamente, reciclando conocimientos, con experiencia, debatiendo y razonando, argumentando, comparando pero jamás gritando ni con los pechos al aire en un lugar de respeto como el Congreso. Por eso yo no soy feminista, soy mujer y equipo de una sociedad al lado del hombre.