| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Yolanda Díaz, Carles Puigdemont, Jaume Asens y el Antoni Comín durante su reunión en Bruselas.
Yolanda Díaz, Carles Puigdemont, Jaume Asens y el Antoni Comín durante su reunión en Bruselas.

La amnistía: una visión liberal del plan de Sánchez y Puigdemont

Plantear una amnistía para personas que han cometido delitos y que de no ser fundamentales para la investidura no se les concedería, estaría violando el principio de igualdad ante la ley.

| Manuel Batalla / Acción Liberal Opinión

Como bien sabrá el lector, el pasado día 23 de julio se celebraron elecciones generales. Elecciones en las cuales el Partido Popular fue la fuerza política más votada pero no consiguió, en principio,  obtener una mayoría suficiente para gobernar, ni con pactos con otras fuerzas parlamentarias. A pesar de ello el Rey ha propuesto a su candidato Alberto Núñez Feijóo como candidato a la presidencia del gobierno. Visto esto y con los resultados en la mano el PSOE se ha posicionado también como opción de gobierno. En coalición, entre otros, con Junts.

Junts ha puesto, entre otras condiciones, que sus líderes investigados por sedición y malversación sean amnistiados. En especial su presidente Carles Puigdemont. Pues bien, en las siguientes líneas vamos a analizar el proceso (el “procés”) que nos ha llevado hasta aquí y daremos una visión liberal de esta amnistía. Le adelanto al lector que la amnistía en mi opinión no es aceptable desde un punto de vista liberal.

En la sociedad catalana y, más concretamente, en su clase política siempre ha existido un sentimiento muy profundo de pertenencia a  Cataluña. Un sentimiento que en algunos casos reclamaba la independencia. Ahora bien, sin negar lo anterior, el auge del independentismo no tiene sus causas en el sentimiento anteriormente descrito. El impulso lo lleva a cabo la antigua Convergencia democrática de Cataluña para tapar de forma mediática el llamado caso de corrupción del 3%, “el tres per cent”, donde la afamada familia Puyol fue condenada por llevarse mordidas que incluso alcanzaban el 10% de la asignación pública.

Este proceso que ha dividido a la sociedad catalana tiene como colofón la famosa Declaración Unilateral de Independencia y  el Referéndum que todos recordamos. Acciones que acabaron obligando al gobierno de Mariano Rajoy, con el acuerdo del PSOE liderado ya por Pedro Sánchez, a aplicar el artículo 155 de la Constitución Española. Esto hizo que se suspendiera de manera temporal la autonomía de aquella región e incoándose así un procedimiento judicial contra el Govern liderado por Carles Puigdemont.

En resumen este proceso realmente ha sido una pantalla mediática para ocultar una trama de corrupción que ha acabado con otra trama de corrupción. A pesar de Diadas, lazos y demás, todo ha sido un engaño. Lo que demuestra el poder que tiene la clase política para engañarnos y para corromperse. Algo que ya sabemos los liberales: el poder corrompe.

Una vez dejado claro como se gestó este procés y la situación actual, explicaré mis argumentos desde un punto de vista liberal en contra de la amnistía que se está debatiendo ahora. Quiero dejar clara una cosa desde el principio, salvo en una ocasión cuando hablé del caso de Oriol Junqueras, no voy a meterme en el delito de sedición ni de malversación, aunque reconozco que este último me parece muy grave desde el punto de vista liberal.

En serio peligro la igualdad de los ciudadanos

Los liberales de todos tipo defendemos siempre la igualdad de oportunidades, siendo este punto uno de los principales “pilares” de la filosofía política nuestra. Por tanto, si aplicamos este principio al Estado de Derecho, tipo de estado que supuestamente es España, podemos reformularlo diciendo que los liberales creemos en la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Por tanto, plantear una amnistía para un conjunto de personas que han cometido una serie de delitos y que de no ser fundamentales para la investidura de un Presidente del Gobierno no se les concedería, estaría violando totalmente este principio de igualdad ante la Ley.

Con ésta se estaría trasmitiendo un mensaje de que un conjunto de personas esta por encima de esa igualdad ya que son fundamentales para unos objetivos políticos. Es decir, usted si comete un delito y no es necesaria su aprobación para una investidura, no podría ser amnistiado.

 

Esta amnistía además sería injusta para otras personas acusadas de los mismos delitos. Es aquí donde se estaría produciendo un agravio comparativo con aquellos políticos que sí se han sometido a un juicio y a una condena, aunque fueron indultados por el Gobierno (indultos que aunque no sean estéticos, no violarían el principio de igualdad ante la ley dado que están perfectamente reconocidos en la Constitución Española) .

Un ejemplo de este agravio lo tenemos con Oriol Junqueras, líder de ERC, persona que pasó un proceso judicial y que, además, paso un tiempo en prisión. Me podría explicar el Gobierno: ¿Porqué a Oriol Junqueras no se le aplicó una amnistía y si se le va a aplicar a Carles Puigdemont, habiendo cometido los mismos delitos? 

Finalizando, los liberales no podríamos aceptar una amnistía, ley de Alivio Penal o como quiera endulzarse el término puesto que contradice el principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley. Ante esto lo único que sería aceptable para un liberal sería que todos los acusados fueran juzgados y, si procede, condenados. Y en este caso aplicarles un indulto parcial o total ya que cualquier ciudadano puede acceder a este procedimiento aunque reconozco que no me parece ético ni favorable a las garantías ciudadanas que los políticos se indulten a si mismos por delitos cometidos dentro de su actuación como gestores de lo público.