El maquillaje de los datos del paro: aunque la mona se vista de seda...

Hace unos días leí con interés el intercambio de mensajes que se produjo en Twitter entre el vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo y el ministro José Luis Escrivá acerca de los datos de paro. Indicaba el Sr. Bravo, lo que muchos hemos dicho tantas veces, que el gobierno maquilla las cifras de tal forma, que ya no son, en absoluto, creíbles. Esto es grave porque la tasa real de desempleo nos dice el número de personas que no están trabajando y de eso depende en gran medida, tanto la prosperidad de nuestro país como la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Tratar de tergiversar la realidad y además insistir en el embuste, cuando se rebate con datos ciertos, resulta una actitud incomprensible. Con razón decimos siempre los liberales que, el verdadero enemigo de la izquierda, es la realidad. Por mi parte, en lugar de discutir sobre la tasa de desempleo, que sin duda alguna es la más alta de la zona euro, prefiero limitarme a destacar algunos de los creativos artificios utilizados por el gobierno, para justificar su ficticio relato sobre la buena marcha del empleo.

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Así, se observa al analizar los datos en detalle, cómo se incluyen al mismo nivel los contratos fijos a jornada completa (284.208), los fijos a jornada parcial (150.557) y a la nueva forma de paro encubierto, los fijos discontinuos que son nada menos que 180.909 y que nunca van a computar como parados, aunque en realidad lo sean. Otro recurso inventado por la inagotable imaginación del gobierno, es informar eligiendo el número que resulte más favorable.

Y así se hizo por ejemplo en febrero, mes en el que la afiliación media era negativa (-215.047) y por eso se usó el dato desestacionalizado (+57.726) pero en marzo, en cambio, fue al contrario, porque la afiliación media salía más alta. Así, esquivando la realidad, se alimenta un falso triunfalismo que nada aporta.

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Es evidente que el ejemplo y las técnicas de Tezanos, se aplican ahora a cualquier tipo de datos comunicados por los ministros de Sánchez, lo que les resta todo rastro de credibilidad. Si prescindimos del efecto Tezanos y realizamos una comparación coherente utilizando cifras comparables, obtenemos las conclusiones que tratan de ocultarse bajo espesas capas de maquillaje.

España tiene la tasa de desempleo más alta de la Unión Europea, es el segundo país con mayor desempleo juvenil y femenino y en marzo de 2023, el paro no sólo no ha disminuido, como se afirma en medios gubernamentales sino que ha aumentado en 24.607 personas.